«España destina 10.094 dólares al año de gasto público por cada alumno en la educación pública, un 21% más que la OCDE y la UE. Este gasto es superior en todos los niveles educativos: infantil, primaria, secundaria y terciaria«. Esta frase del informe representa una pista definitiva sobre los auténticos problemas de la educación en España, que no son económicos sino filosóficos: cuál es el papel de los profesores, para qué van los alumnos al colegio, qué es lo que se supone que tienen que hacer allí, cómo conseguir que lo hagan, etc. A pesar del tratamiento consistente en inyectar ingentes cantidades de dinero, la persistencia de los males del paciente paciente indica que el diagnóstico hasta ahora está equivocado en todo eso que acabamos de preguntarnos y que es lo básico.
El ratio entre alumnos y profesores en España es el más bajo de la OCDE después de Portugal, de nuevo mucho más bajo que Francia, Alemania o Finlandia.
Otra curiosa gráfica que muestra la ratio entre la retribución de los profesores y la de los trabajadores con educación terciaria. Una vez más, los profesores españoles son los más aventajados.
Abundando en la retribución del profesorado, y en España casi todo el profesorado es empleado público, un cuadro con los salarios por antigüedad vuelve a señalar que el profesorado español se cuenta entre los mejores pagados de Europa, incluyendo países mucho más ricos que nosotros. No nos digan que la OCDE nos tiene manía, ese tipo de excusas déjenselas al alumnado.
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A favor de los profesores españoles sí hay que subrayar, para decirlo todo, que en cuanto a horas lectivas sí se encuentran por encima de la media.
Si se puede invertir mal en educación
Si con 100 euros Finlandia obtiene un resultado 150 y España obtiene un resultado 75 es evidente que Finlandia esta gestionando mucho más eficientemente que España sus recursos. La solución no es gastar 200 euros (que no tenemos) por cada 100 que invierte Finlandia para obtener los mismos resultados, la solución es gestionar los recursos tan bien como Finlandia. Decir otra cosa es una tontería aunque se vista el muñeco con la etiqueta de progresista. El contribuyente tiene derecho a exigir la misma eficacia en vez de a pagar el doble si quiere conseguir lo mismo. Las comparativas evidencian una y otra vez que es posible gestionar mal en educación y que no todo lo que se gasta en educación está bien invertido. Un mal gestor no se convierte en un buen gestor por el mero hecho de pasarlo al departamento de educación. Las cifras muestran hasta la extenuación en todo tipo de informes, del que éste de la OCDE es sólo una evidencia, que España no tiene un problema de falta de recursos para la educación sino un problema de filosofía, de método y de gestión.
2 respuestas
Agradecemos de todo corazón estas gráficas y datos tan reveladores, pero mi experiencia propia me demuestra que es misiónn imposible hacerle.ver a un progre la diferencia entre gasto e.inversión. Incluso se felicitaban porque el gasto.social.aumentó con ZParo, para pagar cada vez a más parados.
Y con los nazionalistas ni te cuento. Además de lo anterior, estarán como locos buscando las.gráficas de Finlandia donde salgan los resultados de su modelo D (más bien Modelo De-modé).
Es ciertamente lamentable constatar el deterioro de la educación pública en España, la única oportunidad que hemos tenido muchos para poder prosperar en la vida, a lo que se añade una universidad pública a la misma altura, o incluso peor, fabricando buen número de parados cada curso. Es el gran éxito que puede poner en su haber el igualitarismo rampante y empobrecedor a ultranza que ha defendido el pensamiento progresista, que abomina del mérito individual hasta el punto de que prefiere a todos tontos a que haya un solo listo. Sólo había que ver las reacciones de los progres al colegio público que creó en Madrid doña Esperanza Aguirre, hace un par de años, para los mejores estudiantes.