Su graciosa majestad la Reina de Inglaterra dona un valioso órgano a la parroquia de El Salvador de Pamplona

Una curiosa historia

Desde hace años el maestro de capilla de la parroquia El Salvador andaba buscando un buen órgano que a su vez no supusiese un gasto elevado. En abril de 2012 encontró en internet un anuncio en el que se buscaba nuevo destino para un hermosísimo órgano histórico inglés del siglo XIX. Quien lo ofrecía era la comunidad anglicana de St Judes de Plymouth y el órgano era un ejemplar de tres teclados construido en 1878 por la firma John Hele & Co. La razón de suprimir el órgano de la iglesia eran las obras que van a convertir el actual templo de estilo victoriano en un complejo de diferentes espacios: auditorio, cafetería, salas de reuniones, etc.

Sin muchas esperanzas, el intrépido maestro de capilla escribió un email pensando que  el precio de compra, como parecía lógico, resultaría demasiado elevado, o que un órgano tan interesante ya habría encontrado destino. Sin embargo, al poco tiempo recibió un correo que resultó proceder de la iglesia propietaria del órgano. En él se le comunicaba que no querían dinero por el órgano, sino simplemente encontrar «una nueva casa» donde fuese bien conservado, apreciado, tocado y cuidado. Eso sí, los gastos de desmontaje, traslado y montaje habían de correr a cargo del nuevo propietario del órgano.

Viendo que la empresa no era imposible, el sorprendido maestro de capilla contestó describiendo a grandes rasgos la parroquia de El Salvador de Pamplona, el futuro uso del órgano, su condición de organista profesional y profesor de órgano del conservatorio, o el cuidado en la música litúrgica que caracteriza a las celebraciones de la parroquia.

Aunque otros organeros de Europa habían intentado hacerse con este órgano por su gran calidad, el vicario de St Judes contestó juzgando muy favorablemente el proyecto presentado e invitando al maestro de capilla a visitar el instrumento para comprobar que era efectivamente lo que buscaba.

En mayo de 2012 tuvo lugar un viaje relámpago de fin de semana a Plymouth, donde se inspeccionó el instrumento que se encontraba en un estado óptimo de conservación, salvando ciertos elementos que acusaban el paso del tiempo. Entre las condiciones para la cesión de órgano estaba la realización de una grabación sonora y un reportaje fotográfico con destino a los archivos históricos de la diócesis anglicana de Plymouth. Toda la visita tuvo lugar en una ambiente de máxima cordialidad y satisfacción para las partes.

Después empezó el laborioso proceso administrativo para obtener el permiso de las autoridades anglicanas de cara a la cesión del órgano. Primero hubo que presentar un dossier acreditativo incluyendo información sobre la parroquia de El Salvador, fotos del espacio en que iría ubicado del órgano, su futuro uso, o toda clase de datos sobre el taller de organería propuesto para la ejecución de la obra, con su currículum y trabajos realizados. Este dossier fue presentado a las autoridades correspondientes por el vicario de St Judas. Fue inspeccionado por el comité asesor diocesano, que dio su visto bueno a comienzos de julio. Siguió un plazo de exposición pública del dictamen para posibles alegaciones, y a comienzos de septiembre fue expedida la autorización definitiva por el Canciller Diocesano, autoridad competente en el caso.

Los trabajos del desmontaje, reparación y traslado del órgano empezarán por tanto dentro de unas pocas semanas.

El nuevo órgano Hele de la parroquia de El Salvador es un ejemplar notable en tamaño, calidad y estado de conservación de la organería inglesa en su edad de oro: la etapa victoriana. Además, posiblemente será el único órgano de estas características de la península ibérica. No podemos decir que de España, porque hay uno similar en las islas Canarias. Será uno de los órganos más grandes de Pamplona, y uno de los más antiguos y con más valor histórico. Construido en 1878, la última reforma en profundidad data de 1920. El órgano puede disfrutar ahora de una segunda juventud gracias a la habilidad del maestro de capilla y la amable generosidad de los anglicanos.