Cada queja al Defensor del Pueblo de Navarra nos cuesta 1.000 euros

El Defensor del Pueblo de Navarra vuelve a aparecer en escena para oponerse al recorte de la paga extra de los funcionarios este año. No parece que, con carácter general, el Defensor del Pueblo sea muy partidario de los recortes, tal vez porque uno de los asuntos recurrentemente cuestionados en la Comunidad Foral es la utilidad de su propio cargo. El problema es que para mantener los gastos de personal (que han subido un 40% los últimos años, aunque nuestra riqueza sólo ha crecido un 4%), oh sorpresa hay que aumentar los impuestos. Pero ¿quién defiende a los contribuyentes que tienen que pagar todo el coste de la administración incluyendo los sueldos de los funcionarios? Cierto que no es culpa de los empleados públicos que su número haya crecido demasiado y ahora no haya dinero para mantener su salario, por lo demás sistemáticamente más elevado que el equivalente en el sector privado. Pero cuando el defensor del pueblo se coloca en contra de los recortes, se coloca enfrente de los contribuyentes. Salvo que esté en contra tanto de recortar paga extra como de subir impuestos, lo cual es la cuadratura del círculo.

Cada queja nos cuesta 1.000 euros

Hablando del crecimiento de la burocracia administrativa y el consecuente aumento de los gastos de personal (el Defensor del Pueblo de Navarra también cobra la paga extra del presupuesto), las 850 quejas anuales al Defensor del Pueblo de Navarra, a 822.000 euros anuales de presupuesto, nos salen a casi 1.000 euros por queja, queja que podría resolverse por otros conductos que también pagamos.  Como para pensárselo.

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4 respuestas

  1. «su salario, por lo demás sistemáticamente más elevado que el equivalente en el sector privado» No es cierto, quizás lo sea en las labores más operativas para las que quizás estoy de acuerdo con su planteamiento habitual de ineficiencia, provocada, yo creo, por la falta de competencia. Pero lo realmente grave, y que nunca se comenta (mas bien al contrario), es que todos los cargos de responsabilidad del gobierno tienen sistematicamente un sueldo inferior, y en ocasiones aberrantemente inferior, al de sus homólogos en el sector privado. Responsables mal pagados + operarios poco motivados = la gestión de la que gozamos. Quizás es hora de darle vuelta a la tortilla y pagar adecuadamente a los gestores públicos y dejar que el sector privado realice, bajo supervisión pública, labores de manera eficiente.

  2. Voy a romper una lanza a favor del Defensor del Pueblo. Sus opiniones políticas pueden ser compartidas o rechazadas, como las de cualquier otra figura u órgano del panorama político-institucional, pero a mi juicio juega un papel fundamental en términos de defender la justicia en beneficio de ciudadanos y empleados públicos. He recurrido a sus dictámenes jurídicos en 4 ó 5 ocasiones en que le he presentado una queja, con fortuna desigual para mis intereses. Sin embargo, su equipo contesta con rapidez y eficacia; si considera que tienes una parte de razón, y que le compete ayudarte conforme al mandato que tiene encomendado por el Parlamento de Navarra, te anticipa los pasos que va a dar para defender tu caso y, en su momento, te informa del éxito de sus diligencias ante las instancias respectivas. En mi opinión, su modo y estilo de trabajar al servicio de los ciudadanos está a años luz de todas las instancias administrativas que yo he conocido, y muy por encima de los estándares habituales de muchas empresas privadas.

  3. Resulta inaceptable eliminar al Defensor del Pueblo para reducir gastos, cuando Yolanda Barcina se ha subido el sueldo en 2012 un 33% (23.000 euros), Roberto Jiménez un 25% (16.000 euros), los Consejeros un 11/% (11.000 euros) y hasta un 15% (10.000 euros) los Altos Cargos. Además, mantener al Defensor resulta el chocolate del loro, al lado de los enormes gastos en infraestructuras, como el TAV, etc.

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