La ciudadanía no entiende los vaivenes. Una política coherente puede gustar o no gustar, pero se entiende. Al Gobierno de Navarra hay que reconocerle en los últimos meses una política coherente. Para no quebrar y no subir impuestos hay que reducir los gastos. En este último apartado, por lo menos, al Gobierno de Navarra hay que reconocerle un esfuerzo que se traduce en la propuesta anunciada ayer de establecer un límite de gasto para 2013 de 3.384 millones de euros. Si el esfuerzo fuera general por parte de todas las administraciones españolas, seguramente no necesitaríamos subir los impuestos lo que permitiría una cierta recuperación de la economía. Esa política confusa, sin embargo, es más imputable al gobierno central que al gobierno de Navarra.
Navarra sí hace los deberes
El techo de gasto es el límite máximo de gasto público que el Parlamento aprueba para el año siguiente en cada ejercicio presupuestario. No siempre se agota este techo por lo que el cierre presupuestario a fin de año puede arrojar un gasto algo menor del máximo aprobado. En todo caso, el techo de gasto es la cifra que se presenta al público cada año al aprobarse los presupuestos. Que esta cifra suba o baje no sólo es una previsión de gasto sino una declaración de principios. Por ejemplo, ya en plena crisis e incluso con el país semi-intervenido la aportación del PSN a la gobernabilidad de Navarra era exigir mayores subidas del techo de gasto. Interesa recordar, ahora que resulta evidente que fue un disparate, que aquello fue presentado como el toque izquierdista y progresista que los socialistas aportaban a los presupuestos. Si alguna oposición había en la izquierda parlamentaria, por otro lado, era la de que todavía había que subir mucho más los gastos. La siguiente gráfica muestra la evolución del techo de gasto público aprobado en los presupuestos forales de los últimos años. La imagen evidencia al menos cinco cosas:
1) Que el Gobierno de Navarra siguió aumentando el gasto bien entrada la crisis hasta 2011
2) Que el necesario golpe de timón cambiando el rumbo a la catástrofe no se produce hasta el año 2012
3) Que entre el techo de gasto aprobado en 2010 y el presentado ayer por Lourdes Goicoechea hay una sustancial reducción del 23,3%
4) Que ese techo de gasto, de 3.384 euros, es similar al del año 2006; es decir, que hemos vuelto al principio con lo que gastábamos antes de la crisis. Lógico.
5) Si unos y otros no nos hubieran subido los impuestos (enfriando el consumo y reduciendo la recaudación) estaríamos mucho más cerca de la recuperación y por lo menos la ciudadanía percibiría una coherencia en la política económica.
4 respuestas
Salir Robertico del Gobierno de Navarra y mejorar las.cuentas es todo uno. Sale el.sol más a menudo y los.cielos son azules.y limpios. Y por.la noche ya solo falta.que una.fina lluvia recargue los.pantanos.
Pobre Sr. Miranda, con lo que se ha Vd. esforzado por vender titulares… qué duro debe ser ver la evolución de las cosas con perspectiva.
Imagínese para los paganos de sus decisiones.
También es verdad que siempre se puede echar la culpa sólo al PSN…
Estoy de acuerdo con la entradilla del artículo, aunque culpar al Gobierno estatal de determinadas desviaciones no me parece correcto (y no soy sospechoso de ser del PP ni del PSOE), porque cerca del 90% del gasto público español es gasto comprometido, entendiendo por tal el inevitable o no disponible sin perjudicar derechos de terceros (pensiones, funcionarios, etc).
En todo caso, una matización importante: el techo aprobado ayer por el Gobierno de Navarra no es, exactamente, el techo de gasto, sino el techo de gasto no financiero, es decir que habrá que sumar los intereses y la devolución del principal de la Deuda de Navarra.
Como suelo basar mis afirmaciones en datos, véase la prueba en el link del Gobierno de Navarra
http://www.navarra.es/NR/rdonlyres/6ECDC416-95FE-4040-A434-58315AE7E5CD/230512/PGN_techoS%C3%B3lolectura.pdf
No obstante, el «mérito» no es sólo del Gobierno de Navarra, sino del límite de déficit impuesto por el Gobierno español que, a su vez, está limitado por los compromisos adquiridos con Bruselas.
Es decir, que España está intervenida por la Unión Europea (dejémonos de eufemismos sobre rescate blando, duro, intervención, etc.) y, lógicamente, para cumplir los objetivos de déficit, el gobierno central tiene que imponer un techo de gasto (o un límite de déficit si quieren llamarlo así) a las Comunidades Autónomas.
En fin, que Navarra cumple como todos; de lo contrario viene Madrid con la Ley de Estabilidad y Sostenimiento y te hace cumplir (duro es pero es la verdad)
Hay que tener cuidado cuando se comparan cifras del presupuesto porque la cuestión no es tan sencilla. Como dije en otra ocasión no se pueden comparar los presupuestos de 2012 en adelante con los de 2011 y anteriores puesto que la metodología a la hora de elaborar los presupuestos ha cambiado (hasta 2011 los presupuestos estaban “inflados” puesto que se incluían los “gastos fiscales”).
Al presupuesto de gastos de 2010, que fue de 4.409 millones, hay que restarle 407 millones que fueron los gastos fiscales presupuestados para ese año. La cifra que resulta hay que compararla con la prevista para 2013. Esta será el techo de gasto, es decir, la cifra que dio ayer la consejera (3.384 millones) mas la amortización de deuda para ese año (mínimo 200 millones).
Así pues las cifras a comparar son:
Presupuesto 2010 (sin gastos fiscales): 4.002 millones.
Presupuesto 2013 (techo de gasto no financiero más amortización de deuda estimada): 3.584 millones.
Disminución real prevista: 10,4%.
Por ello la tercera de las conclusiones del artículo no es cierta. Las otras cuatro, grosso modo, sí.