Las llamadas a la serenidad realizadas por el PSOE no son compartidas por los analistas políticos, que siguen considerando que la cuestión de Navarra será determinante en la evolución de la política nacional. Tras conocerse las últimas previsiones de voto, se confirma que la coalición gobernante en Navarra tiene muy difícil la obtención de la mayoría absoluta. Si bien pudiera caber un acuerdo UPN-PSN, en el caso de que los socialistas sufrieran un descalabro electoral, la lógica de la negociación con ETA emprendida por Zapatero indica que en la Comunidad Foral surgirá un tripartito de grupos de izquierda y nacionalista, similar al de otras Comunidades. De ser así, expertos como Alberto Surio, de El Diario Vasco, entienden que el futuro de Navarra se convertirá en el asunto clave de la política nacional hasta el fin de la legislatura. El corresponsal político observa que la campaña electoral ha traído nuevas incertidumbres: “Los sondeos dibujan a un PSN desfondado, situado en tercer lugar. Una posición incómoda que seguramente complicará la futura decisión de los socialistas navarros, incluso aun cuando UPN no obtenga mayoría absoluta y fuera posible una mayoría ‘de progreso’ alternativa en la Comunidad foral. Este eventual escenario reabriría en el socialismo un debate profundo sobre sus señas de identidad y su política de alianzas”. Cree que incluso puede plantearse el pacto con UPN, que ahora se nos antoja difícil. Recuerda que una anterior experiencia de tripartito deterioró aún más la posición política de los socialistas, puesto a que los nuevos descubrimientos de corrupción se sumó el rechazo al órgano de cooperación con Vascongadas. Por otra parte, afirma que no podemos descartar un peculiar escenario de gobierno: si Nafarroa Bai se convierte en el segundo partido más votado, cedería la Presidencia a Puras y lograría a cambio la alcaldía de Pamplona para Uxue Barkos, así como la Presidencia del Parlamento para Patxi Zabaleta. Así las cosas, Alberto Surio piensa que no está todo decidido porque el dilema político del PSN conlleva una consecuencia mayor, que la coalición con los nacionalistas envalentone al entorno radical y termine por hundir a Zapatero en las próximas elecciones.