No es el de Rio de Janeiro. Ni siquiera el de Sangüesa, tan vistoso. Pero también Pamplona tiene su pequeño monumento dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. Está en el término de Artica, en la falda de San Cristóbal y hoy mismo, festividad del Sagrado Corazón, de 23 a 24 horas, se celebrará a sus pies un entrañable rosario con antorchas. Desde hace décadas un grupo de católicos convoca este acto religioso que suena a desagravio y a reciedumbre cristiana. No faltará tampoco hoy quien acuda a la cita que no faltan motivos para recurrir a lo sagrado.
Junto al monumento se levanta un via-crucis simbólico. Dicen que el gobierno de Navarra, en pleno, va a acercarse al lugar para rezarlo de rodillas… ¿no me creen? ¿por qué no? ¿es que ya no hace falta rezar cuando se va en phaeton? ¿pero es que no son cristianos nuestros gobernantes? ¿qué habría de extraño en que además de confiar en los mercados de deuda rezaran de vez en cuando el «Sagrado Corazón de Jesús en vos confío»?
Un comentario
Ay, Jerónimo. Cuánta añoranza se te adivina por los tiempos en que las autoridades de todo tipo (no se diga la feligresía) acudían a los actos religiosos. Esa estampa que yo conocí demostró ser artificial. El cuanto se aflojó la obligación, la participación voluntaria ha pasado a ser marginal. Ahora se repite la situación pero alrevés; es la población la que obliga a los sacerdotes a participar en actos sacramentales en los que muy pocos creen.