«La victoria tiene cien padres y la derrota es huérfana». La frase, que se atribuye a Napoleón Bonaparte, refleja bastante bien lo que ha sucedido con las cajas de ahorro, auténtico agujero negro de la galaxia del sistema financiero, y los políticos que las han controlado. Por un lado, la quiebra de las cajas condujo a su precipitada fusión y privatización. Incluso a su salida al mercado a costa de los inversores. Esto sucedió antesdeayer y para aquel entonces la práctica totalidad de las cajas se encontraba en situación de pre-colapso. De hecho fue ese pre-colapso el que determinó su fusión y privatización. Hasta entonces habían funcionado como una pequeña banca pública (o no tan pequeña) de cada comunidad autónoma con un creciente (seguramente inevitable, por su propia naturaleza) protagonismo de los políticos. El caso de Caja Navarra resulta especialmente significativo en cuanto sus propios Estatutos la convertían en una “institución de crédito de naturaleza fundacional y de carácter benéfico-social bajo el protectorado público del Gobierno de Navarra”. Pero no es un caso único. El problema resulta incluso más evidente en otras comunidades en las que las cajas se utilizaron directamente para financiar ahora obras fantasma entonces proyectos faraónicos.
Mapa de la politización de las cajas de ahorro
¿Hay que dar más poder al estado (por tanto a los políticos) sobre las instituciones financieras para evitar futuras crisis como la que estamos atravesando? La burbuja del ladrillo en España se ha asentado sobre tres cimientos claramente protagonizados por el poder político: los bajos tipos de interés determinados por el Banco Central Europeo, la recalificación del suelo y las cajas de ahorro. En cuanto a estas últimas, un simple vistazo a este mapa señala de un vistazo aquello de lo que estamos hablando. El gráfico muestra la proporción de políticos en los órganos de decisión de cada caja de ahorros.
Gráfica a tamaño original: http://twitpic.com/9vbz6p/full
5 respuestas
Y todavía hay personas que dicen que las empresas públicas son más eficientes que las privadas.
Cosas veredes amigo Sancho. ….A veces ni siquiera llegan a ser eficaces. Eficientes ya ni te quiero contar.
Por logica las empresas privadas siempre iran mejor que las publicas. En el momento que una empresa no tenga un dueño que cuide sus «dineros» Ya sabemos lo que pasa …. Agarra y vamonos.
30, casi nada al aparato. Treinta mamandurrias para una caja que basa su mercado en una población más pequeña que el barrio de Vallecas. Treinta, con un par. Y cincuenta diputadicos, con sus respectivos asesores y ese gobiernillo floral que ha multiplicado sus funcionarios exponencialmente en década y media. Viva Sanz, Gora Navarra.
EL GRAN PROBLEMA SON LAS BANDAS ORGANIZADAS DE POLÍTICOS AL SAQUEO DEL DINERO PÚBLICO.
LOS ZORROS/AS AL CUIDADO DEL GALLINERO.
Tras la transición, la división de España en las 17 Taifas (17 parlamentos innecesarios, duplicación de funciones, crecimiento indiscriminados de funcionarios primos, amigos y parientes de la perrera política; creación de Cajas Taifales dónde sestear, mangonear, hacerse los chulos, ponerse sueldazos y blindarse ante su propia estupidez, saqueo indiscriminado, en definitiva).
El problema no son las Cajas, SON LOS POLÍTICOS, QUE HAN GENERADO LO QUE TENEMOS AHORA Y LO QUE LES VA A QUEDAR A NUESTROS HIJOS.
Me decía el pasado finde un empresario judío, de los más ricos de Europa y de una inteligencia que te atraviesa, que «hasta que no haya un escarmiento salvaje con esta gentuza de los políticos os van a seguir robando, porque están enquistados en todos los estamentos, el primero en la judicatura, que, estatutuariamente, está obligada a proceder de oficio en cuanto tiene noticia de un delito, pero los políticos la tienen acojonada y desbordada».
También me dijo que «la única que puede enderezar esta situación es Esperanza Aguirre, porque es rica de cuna por lo que no tiene que robar, no es política, es práctica y directa y ya tiene presto el plan para acabar con las autonomías».
Que cada uno reflexione para sí, pero la hora de los tortazos en la jeta de la perrera política está al caer (depende de lo que pase en Grecia volvemos la semana que viene a la peseta devaluada al suelo, y no es broma).
Muy acertado su comentario, Sr. Infante; el problema es quien y cómo se le pone el cascabel al gato. La judicatura y la fiscalía está en manos de los políticos (se las entregó el PSOE en los años 80 al grito de Montesquieu ha muerto); las Cajas también fueron entregadas poe aquellos años, a la clase político-sindicalista mediante una Ley que traía aroma del Cidacos.
Por otra parte, el PP ha quitado de la sala de mandos del partido a todos aquellos políticos dispuestos a cambiar el sistema, poniéndolos en cargos relevantes pero sin peso en el aparato del partido (Esperanza Aguirre), premiándolos con lejanos puestos europeos (Vidal Cuadras, Mayor Oreja) o, directamente, ante los celos despertados entre los «profesionales» del partido, no dejándoles otra salida que renunciar para no perder dignidad y prestigio (Manuel Pizarro).