TREGUA DE ETA La banda terrorista ETA -tal como oportunamente se adelantó en Navarra Confidencial- ha roto su silencio y ha decidido establecer una tregua permanente desde mañana viernes. Se han dado los pasos para que ETA haya decidido perdonar a los españoles a los que ha venido aterrorizando desde hace más de 30 años. Muchas personas se han sentido aliviadas por este comunicado: y es verdad, podemos sentirnos aliviados. Pero hay que poner las cosas en su sitio. Si nos separamos de este comunicado y miramos la realidad en su contexto nos encontramos con que se están dando los pasos previstos, la hoja de ruta establecida. A estas alturas no se puede decir si este comunicado es el último episodio de una historia que comenzó un trágico 11 de marzo en Madrid. Desde entonces, España ha vivido un cambio de Gobierno, un cambio de leyes, el hundimiento del pacto antiterrorista, la reentrada de una coalición proetarra en el Parlamento Vasco, la no detención de ningún etarra en casi dos años, la presión política del Fiscal del Estado para la liberación de presos de ETA por una extraña política penitenciaria. Es posible además, que los pasos siguientes sean el acercamiento de los presos de ETA al País Vasco, y así se cumpla lo que ningún demócrata puede desear el final de ETA a cambio de la rendición del Estado de derecho. Sería el precedente perfecto para que cualquier otra reivindicación encuentre su camino en la vía armada. Pero además es preocupante la situación en que puede quedar Navarra: la responsabilidad de los socialistas es grave. ¿Cómo ha quedado Navarra en sus negociaciones? ¿qué les vamos a dar de nuestra autonomía y de nuestra soberanía? ¿han hablado ya de un posible pacto postelectoral para acceder al Gobierno de la mano de nacionalistas? ¿qué va a hacer Miguel Sanz y el Gobierno de UPN en torno a la identidad de Navarra? Preguntas que exigen respuesta inmediata. La identidad de Navarra está en manos de los navarros: ni en manos de ETA, ni de los nacionalistas, ni del Gobierno Vasco, ni de la ETB. P.T.