La quiebra de Lehman Brother´s en 2008, pese a ser un banco de inversiones, suscitó el resurgimiento de un cierto discurso anticapitalista reclamando la regulación de los mercados y la reivindicación de la banca pública. Se trata de una de las ideas presentes, por ejemplo, en el opúsculo de Stephane Hessel titulado “¡Indignaos!”, referente intelectual del famoso 15M.
El caso de España refuta la superioridad de la banca pública
No hace falta insistir a estas alturas en la fabulosa implosión de Caja Navarra, que como todo el mundo sabe es “una institución de crédito de naturaleza fundacional y de carácter benéfico-social bajo el protectorado público del Gobierno de Navarra”, según sus propios estatutos. Caja Navarra ejemplifica perfectamente el fracaso conceptual de la banca pública. Aunque otrotanto se puede decir de la práctica totalidad de las cajas españolas, el caso más llamativo en las últimas horas ha sido el de Bankia, el banco instrumental creado por Caja Madrid, Bancaja, Caja de Canarias, Caixa Laietana, Caja de La Rioja, Caja Ávila y Caja Segovia. A nadie se escapan las cantidades percibidas por su dimitido presidente, Rodrigo Rato, pero el escándalo salpica a la generalidad de los consejeros. El siguiente cuadro ilustra el fracaso de lo que es una banca pública y por ello politizada tanto por los sueldos como por los nombres de los consejeros. ¿Una posible alternativa virtuosa? Más capitalismo: un sistema financiero privado en el que a los bancos malos se les pueda dejar quebrar. Una solución en este sentido es la propuesta del catedrático Jesús Huerta de Soto. Aunque la propuesta puede ser discutible, la solución sólo puede ir en esa dirección para evitar este tipo de cuadros. La banca pública es esto:
4 respuestas
Caja Navarra; Miguel Sanz. …¿cuantos dineritos?
Me llama especialmente la atención q los 2 consejeros q más ganan son de IU y PSOE respectivamente, cuando tanto en Valencia y Madrid gobierna el PP, alguien sabe xq?
Como siempre dando una información parcial e interesada.
El problema no es la banca pública como concepto, sino su politización y su deriva ideológico-económica.