Demostrado: servicio gratuito y abuso van de la mano. Cuando algo es gratis, la demanda es infinita. Si todo fuera gratis, nadie saldría del supermercado con el carro medio vacío. Si los recursos fueran ilimitados no tendría sentido cerrar un grifo o apagar l motor del coche mientras esperamos. La impresión generalizada es que quienes más se esfuerzan fiscalmente son los pobres y que hay que hacer pagar más a los ricos, pero resulta que no es del todo cierto. Un artículo de la economista jefe del think tank Civismo, Cristina Berechet, señala que, en España, los contribuyentes de los tramos de rentas más bajas, siendo el 38% del conjunto, tan solo aportan el 1,2% de la recaudación de IRPF. En el otro extremo, el 19% de los contribuyentes que se sitúan en los niveles más elevados (más de 30.000 euros anuales), pagan el 72%.
Entre la solidaridad y el abuso
Aunque resulta justo que quienes más tienen paguen más impuestos, supone un peligro que exista un gran segmento de población que no pague nada por los servicios que recibe. Acostumbrado a que todo lo paguen otros, abusa de lo que recibe y reclama ilimitadamente más y mejores servicios. El abuso y la extensión ilimitada de los servicios acaban provocando, lógicamente, la sobrecarga del resto de la población y la insostenibilidad del estado. La forma de racionalizar el uso de los servicios públicos, por consiguiente, puede pasar más por el establecimiento de algunas tasas generales que por una subida de impuestos sólo a una parte de la población. Es decir, que la viabilidad del sistema puede pasar por la desaparición del gratis total. Todo el mundo, aunque su ingresos sean bajos, debe afrontar un pequeño pago en la medida de sus posibilidades por la utilización de los servicios. No puede ser que el 40% de la población no pague nada por todos los servicios que recibe, ni siquiera para ser consciente de que todo eso que recibe no es gratis y otros se sacrifican para poder pagárselo. Que este planteamiento resulte muy políticamente incorrecto y que ningún partido se atreva a ponerlo sobre la mesa no significa que sea menos cierto.
2 respuestas
Es curioso que tanto en las manifas del 15M como las recientes de la Huelga Política General convocada por los Sindicatos Verticales de Clase (Preferente), los gritos y pancartas fuera de las consignas oficiales, rondaban siempre en torno a distintos conceptos pero de base común; derecho a, derechos inalienables e inmutables, subvención, gastos, gratis, público, social, subsidio, ayuda…nadie usaba palabras como trabajo, esfuerzo, autónomo, emprendedor, colaboración, empresa, obligaciones.
Demuestra así el fondo de este artículo, donde hay personas que piensan que existe unos españoles que tienen que pagar impuestos para que a ellos no les falte de nada. Y si no, que rompen el sistema.
Suena a chantaje.
Este debe ser el mundo al revés. La izquierda pidiendo que s bajen los impuestos y la derecha que los suban. Vaya cacao maravillao juas juas.
Que yo sepa ya subieron el Iva en el 2010 y este lo pagan pobres y ricos lo mismo. Aunque no se…si ahora van anmistiar 25000 millones de euros, quizás los que están reclamando que paguen los pobres tendrían que predicar con el ejemplo, ya que no creo que ese dinero provenga de rentas del trabajo sino de ivas que el empresario ha robado al consumidor final y no lo ha declarado por poner un ejemplo…..
Es curioso por otra parte, que los abanderados del patriotismo, y utilizados para tal fin, tenistas futbolisatas etc, no quieran y no paguen impuestos en España, muy curioso. La seleccion Española queria pagar las rentas obtenidas en sudafrica juas juas, Nadal si hizo batasuno y cambio su domicilio fiscal a guipuzcoa para no pagar un duro. La hacienda guipuzcoana lo denuncia y le van a hacer pagar en mallorca. Y todavía hay gente autodenominada patriota que los defiende con el «a mi este no me lo tocas» juas juas juas…. que triste