El copago en Navarra supondría un ahorro de 25 millones de euros

El copago no es un impuesto ni un recorte. No tiene finalidad recaudatoria ni supone la eliminación de un servicio. En realidad, es el establecimiento de un filtro para evitar cierto tipo de abusos. La experiencia demuestra que el cobro de una cantidad simbólica disuade del uso abusivo de la gratuidad de los servicios sanitarios. Se trata de una medida impuesta por países con un estado mucho más paternalista y rico que el nuestro, como el alemán o el sueco, por lo que cabe preguntarse si en España tiene sentido rechazarlo sin siquiera reflexionar antes sobre ello. Deberíamos preguntarnos incluso si preferimos quedar abocados por falta de recursos a recortar un servicio antes que racionalizarlo, que es de lo que en definitiva se trata con el copago.

El experimento de Josep Santacreu, consejero delegado de DKW Seguros

El año pasado, el consejero delegado de DKV Seguros, Josep Santacreu, señalaba que con la implantación del sistema de copago sanitario se podía reducir nada menos que un 10% los gastos del sistema sanitario. Santacreu explicaba que su compañía de seguros tenía un grupo de clientes con sistema de copago y otros sin copago, aunque “siempre que se puede lo tienen”, ya que se trata de una cantidad “muy pequeña, de uno, dos o tres euros”, por lo que el cliente “no tiene que dejar de hacer una cosa para poder pagarlo”. ¿Cuál fue el resultado de comparar los resultados de los dos grupos? La consecuencia fue que en el grupo de los clientes con copago se observó un ahorro respecto al otro grupo de entre el  9%, y el 11%. Santacreu puntualizaba osadamente que España “triplica la media europea de asistencia a la atención primaria”, ya que, a su juicio, “como no cuesta, no se valora y se hace un gasto poco prudente”. El consejero delegado de DKV Seguros concluía que, aunque “tiene una mala prensa”, el copago es “sensato” y “justo” y que, para las rentas muy bajas o aquellos que padezcan una enfermedad crónica, siempre se podría establecer un “copago limitado”.

El copago en Navarra podría ahorrar 25 millones de euros

Ante la manifiesta inviabilidad de los actuales Presupuestos Generales de Navarra y los recortes que próximamente nos serán anunciados, cabe preguntarse si finalmente no habrá que plantearse la posibilidad del copago. La partida de Sanidad en los Presupuestos Generales de Navarra supone más de 900 millones de euros. Es difícil que se puedan cuadrar las cuentas sin tocar más tarde o más temprano las grandes partidas. A diferencia de otras alternativas, el copago no es un recorte sino una manera de mantener los servicios con menos dinero. Puesto que la atención primaria suele suponer alrededor de un 15% de los servicios sanitarios y el copago podría suponer una caída de la demanda de cerca de un 10%, una estimación conservadora permitiría hablar de un ahorro de unos 25 millones de euros sin contar que el copago, aunque no debe ser su finalidad, de hecho también generaría algunos ingresos.

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11 respuestas

  1. Habrá antes que hacer una gran labor pedagógica para que nadie vuelva a creerse que los servicios públicos son «gratis», maldita Neolengua. Que yo sepa los hombrecillos verdes con antenitas no pagan mis impuestos por mí.

  2. Ciertamente la idea del copago es interesante y a tener muy en cuenta.
    Podría ser una medida no solo ahorrativa, en cuanto disuasoria, sino también en cuanto a ingresos -pocos pero ejemplarizantes-

    Se podrían poner tramos de copago como en el IRPF, si para sacarnos el dinero se hace así, ¿por qué no para los pagos?
    Una renta básica a partir de la que se paga por tramos y el que más tiene que pague más. ¿Eso es lo que se llama justicia distributiva?

    Por supuesto los menos favorecidos y situaciones especiales, con trato especial y siendo más favorecidos -ancianos, enfermos graves y cronicos,parados, mileuristas…-.

    Gracias Mikel Belasko por el artículo de Antonio Brugos -buen jugador de beisbol en el Pamplona en sus años mozos, por cierto-

    Está muy bien y por ello significaba algunas medidas a tomar en su caso. El copago teniendo en cuenta las circunstancias personales puede resultar una buena medida, con cuidado de no crear situaciones injustas y tampoco situciones de discriminació…

    También debería de establecerse el copago
    en los hospitales y centros de salud pública para aquellos trabjadores -generalizar siempre es injusto- que se llevan a su caso medicamentos, gasas, agua oxigenada,…. a lo mejor si se controlara ésto nos ahorrabanos algo de dinero, poco, pero de paso erradicabamos uan practica cuando menos abusiva…
    Reflexiones no más.

  3. Coincido con algunas de las cuestiones que expone el artículo de Antonio Brugos. En otras discrepo más o menos. Y una me parece impropia de una académico («Las experiencias y estudios empíricos que analizan sus efectos provienen en su mayoría de Estados Unidos y no ofrecen resultados concluyentes. Sugieren sin embargo que en algunas ocasiones el copago puede reducir la utilización de servicios esenciales, en ocasiones de forma indiscriminada, pudiendo perjudicar a grupos poblacionales con más necesidades.») Primero porque EEUU es otro mundo en sanidad y después porque el «sugieren» suena a manipulación incluso en una artículo de prensa.
    Siempre me ha sorprendido gratamente el sistema francés. Me divierte estudiar al desarrollo pormenorizado de cada GHM. Quizá compense estudiar, con calma, su implantación en España.
    El copago no es nuevo en España. Actualmente (y además de los fármacos), en odontología sólo están cubiertas las extracciones, todos vamos al fisio como si nos jugásemos el pase a las semifinales del campeonato de parejas, etc. etc. etc.
    Por su parte, es bien sabido (aunque la propensión a olvidarlo es infinita) que la inmensa mayoría de los funcionarios civiles del Estado, para su atención médica no optan por los servicios públicos, sino por los privados, de ordinario, a través de una Compañía de Seguros (¡qué poca atención se le presta al ejercicio de la libertad de elegir! Mucho gritar ¡libertad! ¡libertad! y luego, chitón).
    No entiendo que con el dinero de los contribuyentes se cubra el coste de actos médicos que satisfacen “caprichos” (entendibles en una sociedad egoísta, pero caprichos) o que se paguen los tratamientos derivados de haber asumido voluntariamente conductas de riesgo.
    No entiendo que, ene l contexto del copago, se hable de medicina preventiva, cuando no está cubierta. Las mutuas no hacen unos pseudo-mini chequeos … ¿inútiles?
    Con toda esta bronca, la gente no aguanta ni un dolorcico, enseguida una resonancia, como si los estudios diagnósticos nos devolvieran los huesos que de cuando teníamos 15 años. Ni un “pasarlo mal”. Se entiende cuando medicus mundi calienta las cabezas con la soflama (abreviada): ¡La salud es un derecho! ¡Actúa! ¡ja! ¡ja! ¡ja!
    Otro tanto se podría decir de las universidades, que no es enseñanza obligatoria.
    Y bueno, que si nos fajamos, salimos para el 2020, y que si vamos a medias … pues vaya usted a saber.
    Quizá al Prof. Brugos no le importe no cobrar ¡que no hay pasta tíos!

  4. No es un copago, es pagar más por un servicio que ya pagamos los que cotizamos y nuestros padres, abuelos, etc.
    Es un aumento de coste injusto para los que ya hemos cotizado, que les cobren a los ciudadanos que no han cotizado en años anteriores, o a los que no han cotizado sus ascendientes…
    Una cosa es dar un servicio sanitario gratuito y humanitario a los que no han cotizado y otra muy distinta es que tengan los mismo derechos sanitarios que los que venimos cotizando desde hace generaciones.

    Es injusto que se nos cobre más a los que ya venimos pagando, ahora resulta que nos quieren cobrar más por la masificación y abusos sanitarios.
    Que paguen en la consulta o en urgencias los individuos que no han cotizado con anterioridad, ni ellos, ni sus familiares. Salvo los casos humanitarios o de urgencias.

    Eso sería lo justo y así se evitarían abusos, sólo hay que acudir a un servicio hospitalario o de especialidades para comprobar de lo que hablo.
    Un abuso es cobrarnos doble, y otro abuso es el que algunos hacen de nuestro servicio sanitario, que llevamos años manteniendo y cuidando para dar cobertura a nuestros hijos.

  5. Veo que hoy en NC con la lengua nos hemos topado.

    Es curioso que un palabro como copago deba ser explicado tanto y entendido de formas tan diversas. Y es lo que pasa con las palabras urdidas por manipuladores políticos que solo tienen intención de perpetuarse en el poder como sea.

    El prefijo co-, si mal no recuerdo, implica una acción de conjunta de dos o más personas. De ahi co-laborar o co-ordinación. Ahora alguien me puede explicar cómo puede haber co-pago si el único que afloja la «mosca» soy yo: primero vía impuestos y luego vía uso del servicio. Así que de co-pago nada.

    Lo que NC está proponiendo es lo que en Francia (se ve allí no les intentan engañar tanto) llaman tiquet moderador. Es decir, un pago disuasorio para prevenir abusos y no una financiación mixta del servicio vía tasas e impuestos.

    Respecto a la implantación de un tiquet moderador en la salud es evidente que un servicio financiado exclusivamente por impuestos tiende al despilfarro al no tenerse conciencia del coste que implica su uso y como la sanidad no es carretera (en ellas cada uso no eleva el gasto) es conveniente la implantación de un tiquet.

    La otra alternativa es deteriorar los índices de calidad de la atención o reducir el catálogo de prestaciones (por vía de hecho que sino es muy impopular) porque el dinero siempre es limitado. Y me temo que eso es lo que se está haciendo, lo que no me gusta por ser un engaño muy del gusto de los politicos: tienes derecho a todo pero a la hora de la verdad te lo doy a regañadientes, tarde y mal.

    No creo que el debate deba hacerse en términos de ahorro, ya que el chiste fácil nos llevaría a decir que se pueden ahorrar 900 millones de los casi 1.000 que cuesta aplicando un porcentaje de pago por tasas del 90%, sino de las prestaciones que pueden atenderse y de las condiciones en que se van a hacer de acuerdo con el dinero que se puede aplicar.

  6. Yo creo que el coste de los servicios de salud/farmacia es una barbaridad y hay que acotarlo, si o si.

    Yo no sé si es el mal llamado sistema de «copago» (mas bien un ticket moderador), o si es directamente, pago de parte de las prestaciones. Como en el sistema sueco o alemán.(eso sí es copago).

    Lo que sé es que ticket o copago, no tienen nada de intrínsecamente injusto. En los países nórdicos se da,y es un sistema como otro. En definitiva, si los costes crecen sin freno, y no se pueden obtener más impuestos (sino menos) alguien tendrá que pagar la diferencia. Y ese alguien tiene que ser quien recibe la asistencia médica.

    Pagar algo, siempre hace que seamos mas razonables en el gasto. En nuestro hermoso idioma español, tenemos la expresión «disparar con la pólvora del rey» que alude al hecho de que no gastamos igual lo que se nos suministra sin tasa. Así somos los humanos, y eso no es de derechas ni de izquierdas, es un hecho. Mejor que lo tengamos presente.

    No obstante, deben saber que se los efectos del ticket moderador que señala el artículo se han estudiado en la implantación en diversos lugares y que en otros sitios se ha pensado que generaba otros problemas. En salud, a veces ir a lo más barato es pagar dos veces. Y la vida no tiene precio. No digo que no se haga, pero sí que hay que ser prudente en sus expectativas.

    En cuanto a lo que decía Luis de que quien no cotiza tendrá que pagar el coste de asistncai médica, es un error. La sanidad no se paga con las cotizaciones a la Seguridad Social, sino con impuestos. Quien paga impuestos, paga salud. Todos pagamos impuestos (iva, actos jurídicos, impuestos especiales, de hidrocarburos, IAE, imuestos sobre el juego, el alcohol, etc, ) , luego todos tenemos (bueno, yo no) derecho a recibir prestaciones que se pagan con nuestros impuestos

    Otra cosa es que hay quien paga muchos más impuestos que otros, pero el sistema de salud es una forma de redistribución de renta justa y para mí, enormemente valiosa para mantener la cohesión social y proporcionar una vida digna a todos.

  7. Confio en que los partidos politicos sigan rechazando el copago que no encaja en un sistema sanitario como el español. El copago en un sistema universal publicos solidario y en equidad y finnciacion por la Hacienda publica es injusto por esencia. Muy adecuado el analisis de Antonio Brugos al que debemos añadir que toda recaudacion para la sanidad por copago tasa o precio, ademas de injusta-en nuestro sistema de Bienestar social- es ilegal, por cuanto que por el principio hacendistico de Caja Unica no se puede recaudar tasas finalistas para la sanidad. y sino, que se lo pregunten al Sr Miranda que una vez que lo recaudara se lo quedaria en la Caja unica. ¿Para la sanidad? o, No.
    No se cuando se van a enterar los comentaristas y tertulianos. La solucion vendra por otros acminos.

  8. Sr. Rueda ¿la prestación farmacéutica es injusta e insolidaria? Porque que yo sepa cada vez que tengo que adquirir un medicamento de la lista de medicamentos financiados pago el 40% de su importe.

    Respecto a la ilegalidad de las tasas no termino de entenderlo. Toda Ley puede ser alterada siempre que no infrinja la Constitución y por lo que yo se no conozco impedimento alguno para una Ley prescribiendo la exacción de tasas sanitarias. Es más creo que Osasunbidea las tiene aprobadas y se las cobra a las compañías de seguros en accidentes de tráfico.

    Le rogaría que nos ilustrase sobre estos temas para saber a ciencia cierta cual es la situacion.

  9. Interpreto que la filosofía es hacer pagar al que necesita un servicio para disuadir al que abusa del mismo. Pobre, triste e injusta solución me parece, sea española, nórdica o alemana.

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