Vaya si las hay. El caso de esa empresa llamada Osasuna, que arrastra con Hacienda una deuda millonaria es llamativo. ¿Por qué ha de gozar tamaño privilegio alguien en un entorno en el que no se deja de repetir que ya no existen los privilegios? Suponque que esto sucede porque por encima del empeño ideológico del igualitarismo al final se impone la realidad del ser humano. Cada sociedad otorga sus privilegios a lo que considera más importante. Siempre hubo cosas intocables y si antes había un consenso en que lo que había que proteger a toda costa era, por ejempo, la labor de la Iglesia ahora la niña de nuestros ojos es la salud del ocio: osasuna. Busquen soluciones y traten de que cuadren mejor las cuentas, no se escuden en el reyno tuerto del país de los ciegos. Y si consiguen que además de los euros cuadren los argumentos pues mejor.