Dulanz, el brillante articulista de la contraportada del Diario de Navarra y antídoto de Oroz, escribía hace unos días una columna titulada “Varas de medir”. En dicha columna, Dulanz reprochaba al PSN que dudara del compromiso de los miembros de Navarra Suma con la igualdad al gobernar varias comunidades con el apoyo de VOX. Según el argumento utilizado por Dulanz en su articulo, si se duda del compromiso de los socios de Navarra Suma con la igualdad por sus dependencias de VOX, también habría que dudar del compromiso del PSOE con el terrorismo o la unidad nacional por sus dependencias de los nacionalistas o Bildu. En la parte final de la columna, Dulanz afirma que “Vox banaliza incomprensiblemente la violencia contra las mujeres», aunque al menos reconoce que «nadie ha visto a sus representantes homenajear a los maltratadores”.
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No hace falta ser un cazador de partículas para captar la equiparación que Dulanz hace entre VOX y Bildu. Ambos banalizan el crimen. Ambos realizan conductas comparables. O los dos son inaceptables, o los dos son homologables: tal es la disyuntiva a la que tendría que enfrentarse el PSN para no hacer alarde de una doble vara de medir rechazable. Dulanz, más allá de comparaciones y equiparaciones afirma además nada menos que VOX trivializa la violencia contra las mujeres. Lógicamente esto produjo un comprensible enfado en los simpatizantes de VOX que leyeron el artículo, empezando por Javier Horno, el presidente en Navarra de la formación.
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En su afán por aclarar las afirmaciones vertidas en la columna, Javier Horno envió al Diario de Navarra un artículo de opinión respondiendo a las alusiones de Dulanz a VOX. ¿Creen ustedes que el Diario de Navarra publicó el artículo o que no?
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Pues no.
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El presidente de VOX, por el contrario, recibió un correo indicándole la negativa a publicar su contestación a Dulanz y justificándola porque en esa respuesta, según la contestación del Diario, se hacían referencias que nada tenían que ver con lo escrito en dicha columna, excepto sobre la banalización de la violencia contra las mujeres, que esa misma contestación del Diario reafirmaba que es un juicio de valor comprensible por las innumerables declaraciones al respecto de dirigentes de VOX y fácilmente comprobables en la hemeroteca. El Diario, en consecuencia, negaba al presidente de VOX la publicación de su respuesta aludiendo a Dulanz y le remitía a escribir, en todo caso, un artículo defendiendo la postura de VOX sobre la violencia machista en general.
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Explicados todos los antecedentes, para cerrar el círculo informativo sólo cabe añadir el artículo de Javier Horno en respuesta a Dulanz que el Diario de Navarra se negó a publicar:
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La banalización de las palabras
Escribió Dulanz en su columna del Diario de Navarra del pasado 28 de noviembre que “Vox banaliza incomprensiblemente la violencia contra las mujeres, pero nadie ha visto a sus representantes homenajear a los maltratadores.” Tal vez haya que agradecer al Sr. Dulanz la salvedad y distancia en que coloca a Vox respecto de Bildu. Tal vez, porque en su trasfondo esta salvedad hecha a Vox sitúa a la formación de Abascal en el mismo punto de partida de Bildu: la banalización del crimen.
Un lector crítico podría pedir al señor Dulanz que explique qué razones tiene para aseverar que Vox banaliza la violencia contra las mujeres, cuando Vox ha manifestado por activa y por pasiva que se deben endurecer las penas resultantes, y ha argumentado sobradamente que la ley de violencia de género crea inseguridad y desigualdad jurídica en el hombre. Se podrá estar de acuerdo o no con los argumentos de Vox, pero no hay un solo indicio que apunte a banalización alguna sobre este tipo de criminalidad.
Está bien que el Sr. Dulanz recuerde que los bilduetarras hacen homenajes a los terroristas que salen de la cárcel. Estaría mejor que recordara que si en España se hacen homenajes a los asesinos de ETA, si las huestes filoetarras campan con su machacona propaganda es gracias a que reciben miles de euros del erario público, fruto del pacto de Rodríguez Zapatero con la ETA, una vez obtuvo la mayoría parlamentaria suficiente para tener el control del Tribunal Constitucional. Un Constitucional dividido en dos, que enmendó al Tribunal Supremo, que había ilegalizado a la ETA en su camuflaje de Bildu. Eso sí fue un ejercicio de banalización del crimen. Y en ese ejercicio de banalización del crimen entró el PP, con la aquiescencia de UPN, y en ese ejercicio de banalización del crimen están todos los partidos y medios de comunicación que siguen mirando para otro lado.
Sí, esto es importante, recordar quién está detrás de que ahora mismo España siga en vilo, al filo de un nuevo Frente Popular de separatistas y comunistas, amalgamados por un partido socialista que, haciendo honor a su historia, dialoga afectuosamente con Otegui y dicta, además, quién tiene el carnet de buen ciudadano. Detrás siempre ha estado el Partido Socialista y detrás sigue el Partido Popular (y, repito, UPN) desde que con Mariano Rajoy a la cabeza aceptó la negociación con la ETA de Rodríguez Zapatero.
Y resulta que en esta deriva aquí el problema es la violencia de género y las críticas de Vox a la Ley de Violencia de Género, respaldada también por el Constitucional (Alfonso Guerra nos acaba de desvelar que sufrieron mucha presión, los pobres magistrados). La univocidad comunicativa sobre la violencia de género, como si no existiera otro problema, con el evidente objetivo de que se disimulen las graves amenazas a la unidad y la democracia en España, está resultando patética. El discurso del género agoniza conforme Vox gana escaños. La murga del machismo de Vox dura cero coma dos segundos cuando el votante sabe del caso de un amigo separado que teme, cada día, una denuncia falsa como espada de Damocles. Nada más fácil que manipular a través del lenguaje, pero nada más efectivo que filtrarlo con la realidad y ahí la estrategia de Vox va ganando terreno. Por eso también en Navarra, a pesar de las calumnias de algunos medios, Vox sigue creciendo y ya ha sumado casi 20.000 votantes en las últimas elecciones.
En el actual periodismo uno se encuentra más de lo que desearía con ejercicios de banalización de las palabras. La argumentación del Sr. Dulanz no es un caso aislado en Navarra: Vox es visto como una amenaza para ese centro-derecha políticamente correcto que ve peligrar la identidad de nuestra Comunidad si Navarra Suma no gana las elecciones. Participar de ese coro perverso de progres que deforma, manipula, deconstruye y corrompe el mensaje de Vox, es decir, que miente abiertamente, hace flaco favor a la defensa de la democracia. En todo caso, la identidad de Navarra está herida gravemente ya desde tiempos de UPN, con un nacionalismo sin freno que sigue y seguirá ganando terreno, porque, simplemente, no hay una decisión firme de hacerle frente. Pero la Historia está siempre por escribir.
Javier Horno Gracia
(Presidente de Vox Navarra)
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Columna de Dulanz:
https://www.diariodenavarra.es/noticias/opinion/2019/11/28/dulanz-varas-medir-672447-1064.html
6 respuestas
Esto tiene toda la pinta de que, al final, será Vox quien acabe sacando todas las castañas del fuego.
Como dice ElVecinoDeUxue, poco nos pasa. La debilidad intelectual y política de DN desde hace muchos años, allana el avasallamiento que hace la izquierda a todos los medios que todavía no son de jurada obediencia estalinista o sabiniana,
Hace muchos años que el Diario de Navarra se entregó en cuerpo y alma al progresismo más rancio, demagógico y falto de inteligencia. Ahora mismo parece el boletín interno de noticias del PSN, de hecho en Abril le hicieron una brillante campaña a Mireia Txibite con excelentes resultados.
D d N lleva ya mucho tiempo con una directora socialista, por lo tanto, no podemos esperar mucho más, ni de ella ni de quien la nombró.
¡Bravo, Javier Horno! El Diario de Navarra está cayendo muy bajo. Ya conozco otros casos en los que no ha publicado una réplica.
Y como tienen ustedes constancia de esto? Son de voz?
De todos modos es cierto de q dulanz es el mejor antídoto contra oroz. Al genial dibujante hace tiempo q se le fue la olla