Cualquier madre que trabaje fuera de casa quizá recuerde sus días en los que estaba empleada sin niños. Le sobraba tiempo para atender su hogar y a ella misma. Nada que ver con los malabarismos que requiere la conciliación laboral para la mujer madre que atienda su vida familiar y su vida empresarial. Los niños lo cambian todo, porque son ya en si mismo un trabajo, así que en realidad al no dejar el empleo cuando tiene a los hijos, realmente empieza a trabajar con dos cargas a la vez sin darse cuenta. Hacen falta unas cosas imprescindibles para que la mujer no se ahogue en su ambicioso intento de ser Superwoman.

Yo ingenuamente pensaba que no se requería nada especial para ejercer de Superwoman. Solo ser hábil y lista. Si fuera solo eso… Pronto descubrí que había unos secretos sin revelar sobre este misterio de poderes mágicos. Resulta que Superwoman no puede prescindir de ciertos trucos para cumplir su misión imposible. Esos trucos que le dan la apariencia de tener poderes mágicos, consisten en lo siguiente: Disponer de una chica limpiadora/cuidadora, o en ausencia de esto, y si es posible complementándolo, unos abuelos jovencitos que hagan “todo lo que haga falta,”. Una termomix, una secadora de ropa, y un lavavajillas, también son imprescindibles. Y no olvidemos lo más importante los niños han de quedarse todo el día en el colegio, o en la “escuela infantil” al poco de nacer porque como Superwoman está muy liada con sus trabajos importantes, solo dispondrá de un par de horas, eso si, de “calidad” al final de su día para atender a sus hijos. Desde luego tenerlos en casa con sus requerimientos, manchando, consumiendo y exigiendo será muy insensato. Con estas cosas BÁSICAS y si cuenta con un marido con las habilidades innatas de una mujer, que comparta las tareas domesticas, Superwoman conseguirá sacar adelante su “misión imposible”.

Superwoman vuela por aquí y por allá todo el día con su multitud de compromisos, pero si llegara un momento en que se detuviera a pensar en la transcendencia de su misión ¿elegiría seguir en el rol de Superwoman con su poder adquisitivo y el poder de su posición profesional? o ¿dará mas importancia a la calidad humana de su vida y de la de su familia que intenta compaginar? En nuestra sociedad alabamos a la Superwoman del Siglo 21, ¿pero tenemos en cuenta su verdadero superpoder?, lo que cada madre tiene dentro de sí para tomar las decisiones realmente mas beneficiosas para ella y para su familia.