(UPN+PPN+Cs)+PSN=26 diputados.
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Lo que acaban de ver es el resultado que se hubiera producido en las urnas en mayo de 2015 si UPN, PPN y Cs hubieran concurrido juntos.
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Es decir, que el cuatripartito no hubiera sumado 26 diputados, los hubiera sumado la actual oposición a expensas de lo que hubiera hecho en 2015 el PSN.
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Por consiguiente, yendo juntos UPN, PPN y Ciudadanos, sólo con que se repitan los resultados de 2015 el cuatripartito perdería la mayoría absoluta de la que goza ahora, aunque el cuatripartito no hubiera perdido ni un voto en los 4 años de legislatura y aunque no hubiera ganado ni un voto la oposición.
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Es obvio que matemáticamente el pacto tiene sentido.
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El pacto además exorciza algunos demonios como que Cs o PPN no llegaran al 3% de los votos y se quedaran sin representación. Se tapona por tanto una posible fuga de hasta un 6% de los votos del centro derecha (cosa que sucedió en Pamplona), lo cual es absolutamente fundamental para salir dentro de unos meses a disputarle la mayoría parlamentaria al cuatripartito.
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Un acuerdo transversal y plural entre diferentes
Los acuerdos conseguidos por UPN, PP y Ciudadanos tienen otras propiedades benéficas a tener en cuenta, como son diluir en favor del acuerdo el peso de las siglas. Es decir, si prospera el acuerdo como parece, lo que se presentará a las elecciones es una plataforma blanca en la que estarán UPN, PPN y Cs, pero que no será propiamente ni UPN, ni PPN, ni Cs. Esto facilita futuros pactos, si es que se quiere pactar y evitar el mantenimiento de los nacionalistas en el poder, porque pactar con esa plataforma no es pactar con UPN, ni con el PPN, ni con Cs, sino con una plataforma entre diferentes que no es lo mismo que estas tres formaciones por separado. Algunos vetos y cordones sanitarios dejan por tanto de tener sentido, salvo que alguien esté empeñado en apoyar al nacionalismo. El PSN, por lo demás, tendrá que
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Ir separados es regalarle la alcaldía a Asirón
Hemos citado el caso del Parlamento de Navarra, pero es que la alianza UPN+PPN+Ciudadanos ofrece resultados todavía más clamorosos aplicando la unión a los resultados de 2015 en el Ayuntamiento de Pamplona. El cuatripartito en 2015 consiguió la mayoría de 14 por la mínima, gracias a la cual Asirón es alcalde, pero es que con un centro derecha unido el cuatripartito sólo hubiera tenido 12 concejales. Por el contrario, por separado, un 7,3% del electorado de centro derecha se quedó sin representación. Volver a concurrir por separado en 2019 es casi volver a regalarle la alcaldía a Asirón.x
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VOX también estará en el Parlamento
Hemos utilizado los resultados de 2015 para evidenciar que la alianza del centro derecha y la constitución de una marca blanca son un movimiento totalmente necesario, lo cual queda demostrado no con unos resultados hipotéticos sino de hecho con los resultados de 2015, sin ir más lejos. Pero obviamente en 2019 habrá otros resultados. Para empezar entra en el tablero VOX, que es muy probable que obtenga representación, en las forales casi seguro. Pero precisamente por eso la presencia de VOX no supondría un debilitamiento del centro derecha. Por otro lado VOX recoge seguramente un voto, poco o mucho, que en buena medida proviene de la abstención y de votantes desencantados con los partidos del centro derecha, por lo que es una opción que tiene más sentido fuera que dentro de la alianza para recoger ese voto. De hecho VOX en Navarra va a ser la opción de principios y valores frente a lo políticamente correcto que no podrá encarnar la marca blanca de UPN-PP con C´s.
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A por los 20.000 votantes de centro derecha que desaparecieron en 2015
En las forales de 2015 la suma de UPN+PPN+Ciudadanos sólo alcanzó 115.977 votos, frente a los 135.025 de UPN+PPN en 2011. Hablamos por tanto de 19.000 votos (que aún podrían ser más si computáramos los 4.654 del CDN) de centro derecha que se volatilizaron entre 2011 y 2015. ¿Dónde están esos votos? ¿Son recuperables? Si esos votos vuelven al centro-derecha, entonces Uxue Barcos y el proyecto de una gran Euskadi con una cuarta provincia albanesa tienen un problema. Para un votante socialista insatisfecho con la deriva del PSN-PSOE, además, votar a una coalición en la que no sólo está el PPN con UPN sino también Ciudadanos le puede facilitar el movimiento, porque una alianza con Ciudadanos está más a la izquierda que una sólo con el PPN. De todos modos, un buen resultado del centro-derecha dificulta no sólo la reedición del cuatripartito, sino también un gobierno nacionalista alternativo si el PSN no suma sin Bildu.
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Ahora son los votantes los que no tienen que fallar
Por una vez y sin que sirva de precedente, esta vez los políticos del centro-derecha lo han hecho bien. Han taponado todas las brechas y han tomado las decisiones correctas para que se aprovechen todos los votos. Sólo cabe por tanto felicitarlos. La palabra, si las ejecutivas de UPN y Ciudadanos aprueban el acuerdo, la van a tener los votantes de centro-derecha. Ellos tiene que hacer su parte porque todo lo demás era necesario, pero de nada sirve si después el votante de centro-derecha no acude a votar a las urnas. Que por supuesto es una opción legítima si después están dispuestos a asumir las consecuencias. Porque esta vez los políticos han hecho su parte, por lo menos en el plano de la estrategia.
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Claúsula en defensa del autogobierno
El acuerdo entre UPN-PPN-Ciudadanos ha despartado suspicacias respecto a la defensa del autogobierno entre formaciones, observadores y humoristas que, en cambio, no han visto en todos estos años ninguna amenaza para el autogobierno en el hecho de que la presidenta de Navarra fuera partidaria de votar “sí” a la incorporación de Navarra a Euskadi, en calidad de una diputación vasca más sin apenas competencias, como son las diputaciones vascas. Así y todo, para evitar suspicacias, UPN ha incluido una claúsula en el acuerdo con Ciudadanos en virtud de la cual se recogerá expresamente, por un lado, el respeto de los firmantes al régimen foral y al convenio económico, y por otro que éste sea transparente y claro. Ningún problema con ninguno de los dos elementos de este equilibrio.
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