En medio de un constante e inusitado esfuerzo para encontrar cualquier diferencia entre hombres y mujeres que pueda presentarse como una ofensa y una evidencia de la opresión masculina, resulta llamativo lo poco que se habla del hecho de que el 90% de los muertos en accidente laboral son opresores masculinos, vulgo hombres.
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Según los datos del Ministerio de Trabajo, el año pasado el 95% de las personas muertas en accidente laboral durante su trabajo fueron hombres. Hablamos ademas de 482 fallecimientos, unas 10 veces más que las mujeres muertas por violencia de género.
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Incluso si analizamos el dato de los fallecimientos in itinere, el porcentaje de hombres fallecidos es del 82%.
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La estadística nos permite observar asimismo que la mayoría de los accidentes laborales, por sectores, tienen lugar en industrias extractivas, transporte y almacenamiento, agricultura, ganadería y pesca, construcción, suministro de agua y saneamiento o suministro eléctrico. Efectivamente, los sectores con más riesgo, más exigencia física y más peligrosos son eminentemente masculinos. Así lo ha debido determinar para fastidiar a la mujer el oprimente patriarcado.
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Obviamente ninguna organización feminista ni ningún partido político va a reclamar el fin de esta brecha y que las mujeres mueran tanto como los hombres en su puesto de trabajo. Nosotros tampoco. Pero una cosa es no reclamar algo semejante y otra desconocer el dato o incluso ocultarlo. Porque no todas las brechas ni todas las desigualdades interesa subrayarlas ni ponerlas juntas para mirarlas en perspectiva. Por consiguiente es anatema que alguien diga que muchas de las diferencias que se observan en el presente, tienen como origen un reparto de tareas que no tenía como causa la maldad intrínseca del género masculino, sino que de hecho era bastante lógico en el pasado, hasta hace poquísimo tiempo, y que en alguna medida incluso también ahora tiene sentido, por lo que perdura incluso cuando las mujeres eligen con libertad lo que quieren, que no siempre es lo que quieren los hombres, para desconcierto de quienes, más que dejar que elijan con libertad, quieren obligar a las mujeres a que elijan lo mismo que los hombres. Y a esa imposición que consiste en que las mujeres tengan que elegir lo mismo que los hombres la llaman feminismo, que suena mucho mejor.
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Un comentario
Joder, habéis descubierto la puta rueda. Mueren más hombres porqué los trabajos más físicos son realizados en la mayoría de casos por hombres. ¡Bravo!
Y la culpa es de….. Espera, las feminazis, la izquierda populista, Maduro, Lenin….
Es un puto hecho objetivo que la mujer se ha incorporado más tarde al mercado laboral, y más tarde aún a sectores eminentemente dominados por hombres, por su exigencia física, por muchos motivos, pero básicamente porque la mujer ha cuidado de los hijos y mayores y el hombre ha ido a trabajar.
Eso se está revirtiendo, aunque dudo que en muchos casos se pueda dar…
Todo lo anterior me lleva a como dice mi padre:
¿Y, solución?