¿Por qué un abrigo de Zara de 90 euros cuesta 3.000 en Venezuela?

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Noticias aparentemente paradójicas que vienen de ese país paradójico y maravilloso que es Venezuela.

El mismo abrigo de Zara que en España cuesta 90 euros, en Venezuela vale más de 3.000.

Lo cual, a su vez, hay que conjugarlo con la noticia de que la gente hace colas interminables en los Zara de Venezuela para comprar abrigos.

O que se limita a 5 el número de prendas que uno puedo comprar en el Zara.

¿Cómo se compagina todo?

¿Cómo se puede entender que un abrigo de 90 euros lo vendan a 3.000 y la gente allí, que es mucho más pobre que nosotros, tenga que pelearse por conseguirlo?

Pues bien, la cosa tiene explicación.

En 13 años la inflación acumulada en Venezuela ha sido del 1.200%. Es decir, el gobierno de Venezuela se dedicar a pagar sus gastos imprimiendo e imprimiendo billetitos.

Obviamente el valor de la moneda venezolana, el bolívar, disminuye de manera proporcional a lo que aumenta la impresión de billetes.

Esto tiene un par de graves implicaciones:

1-Se produce una inflación salvaje que tiende a volver nulo el precio del dinero venezolano, empezando por los ahorros y los salarios.

2-La moneda venezolana se empieza a hundir frente al resto de monedas del mundo. Si, pongamos por caso, 1 bolivar = 1 euro y duplicamos el número de bolívares sin duplicar la riqueza nacional, entonces 1 dólar pasará a cambiarse por 2 euros.

La primera consecuencia hace que el gobierno se vea obligado a tomar medidas como limitar por ley el precio real de las cosas, lo que hace imposible el comercio.

La segunda consecuencia, la pérdida de valor de la moneda nacional, tiene una incidencia directa sobre las ventas de Zara en Venezuela.

Con un cambio de 1 bolivar= 1 euro, el abrigo de 90 euros, que Venezuela importa desde España, costaría 90 bolívares.

Pero el cambio del bolívar no es actualmente 1 euro, ni remotamente.

De hecho hay varios tipos de cambio para el bolívar: En un extremo tendríamos el oficial, totalmente ficticio, según el cual el dólar se cambia por 6,37 dólares. En el otro extremo el mercado negro, donde el dólar se cambia por casi 200 bolívares. Este es el cambio real porque, al final, quien tiene un dólar no lo cambia por sólo 6,37 bolívares y quien tiene un dólar conserva el valor de su dinero.

Es decir, que el abrigo de 90 euros costaría 100 dólares ó 637 bolívares según el cambio oficial y 20.000 bolívares según el cambio real.

Puede que a estas alturas ustedes se hayan perdido un poco con esto del cambio real y el oficial, pero lo van a entender todo de golpe incluyendo el desabastecimiento.

Si Zara quiere ganar dinero vendiendo un abrigo en Venezuela lo tiene que vender por 20.000 bolívares, es decir 80 euros.

Si en cambio, el gobierno de Venezuela impone un cambio oficial ficticio de 6,37 dólares, eso significa que sólo lo puede vender por 637 bolívares.

Obviamente Zara tendría pérdidas vendiendo a 637 bolívares (menos de 3 euros reales) algo que vale 20.000 bolívares (80 euros).

Por consiguiente, Zara deja de vender producto a Venezuela y se produce el desabastecimiento.

Y esto que le sucede a Zara con su ropa, les pasa a todas las empresas que venden a Venezuela con todos sus productos, por eso el desabastecimiento es generalizado.

Si Zara vende a 20.000 bolívares un abrigo que en España vale 80 euros, parece que lo está vendiendo a 3.000 euros si aplicamos el artificioso cambio oficial. En realidad, aplicando el cambio real, el precio es el mismo, sólo que el bolívar vale mucho menos de lo que pretende el gobierno venezolano y lo que pagan por él los mercados. ¿Por qué? Por la abrumadora inflación que antes comentábamos.

¿Cómo llegamos entonces a las colas delante de la tienda de Zara?

¿Pueden pagar los venezolanos el precio real del abrigo con sus sueldos o no pueden?

Pues en principio no podrían.

Lo que sucede es que el gobierno venezolano ha alcanzado con Phoenix World Trade (la empresa que administra las franquicias de Zara en Venezuela) un acuerdo para determinar unos «precios preferenciales».

Es decir, el gobierno de Maduro le facilita a Phoenix World Trade dólares a un cambio parecido al oficial (10,6 bolívares por dólar). De esta forma Phoenix World Trade puede conseguir dólares artificialmente baratos con los que pagar a Zara el suministro de abrigos a precio real de mercado. A cambio, temporal y limitadamente, los precios de los abrigos en las tiendas de Zara se venden más barato y la gente los puede comprar, porque el gobierno los está subvencionando indirectamente. De esta manera se parchea momentánea y parcialmente el problema de desabastecimiento. La gente hace colas abrumadoras ante las tiendas de Zara los días en que se ofrecen artículos a «precios preferenciales» y se establecen límites como que nadie pueda comprar más de 5 artículos. El resto del tiempo hay desabastecimiento.

Evidentemente el gobierno venezolano carga con la diferencia entre el valor real del dólar y el valor rebajado con el que se lo cambia a Phoenix World Trade.

¿Y cómo consigue pagar el gobierno venezolano todo ese dinero y el que se aplica a muchas otras empresas en situación similar?

Pues emitiendo más moneda, por ejemplo.

Lo que nos devuelve a la inflación y a la línea uno de este artículo.

Tras cada giro en este círculo vicioso obviamente la inflación es mayor, el valor de la moneda venezolana menor, al gobierno cada vez le cuesta más recursos (que no tiene) mantener el cambio artificial de la moneda y el desabastecimiento se vuelve más acusado. Hasta el previsible colapso del régimen.

Que nadie piense que esto pasa en Venezuela por ser Venezuela. Teniendo en cuenta la cantidad de petróleo que tienen, de hecho esto pasa en Venezuela a pesar de ser Venezuela. Esto pasa allí donde se aplica este tipo de política sea el país que sea. Es decir, que no hablamos de Venezuela sino de cualquiera que aplique determinadas ideas fallidas. Y si aplicaran en España, pasaría en España.