La noticia de que el Defensor de Pueblo de Navarra ha rechazado la posibilidad de objetar a la asignatura de Educación para la Ciudadanía, me confirma, desgraciadamente mis dudas sobre la innecesaria figura política del Defensor del Pueblo, ya que quién tiene que luchar por defender las libertades de las personas es el Gobierno de España, o las diferentes instituciones políticas en la que tiene delegada su autoridad.La imposición de la asignatura de Educación para la Ciudadanía es una prueba del daño que un Gobierno, que no vela por el bien moral de los españoles, puede hacer promoviendo e imponiendo la destrucción de la familia (divorcio, aborto) y de la juventud (pornografía, preservativos).
EpC no es más que una forma más de intoxicar a la infancia y a la juventud, pero todos sabemos que ni el demonio ni el socialismo dan lo que prometen; la felicidad solo se consiga con la fidelidad a Dios y a su Doctrina.