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Es un hecho que Osasuna es un club con gravísimos problemas económicos. Como todos, por otro lado. La burbuja del fútbol ni siquiera es un hecho puntual ligado a la crisis actual sino que se reproduce de década en década con un resultado similar. Ingentes cantidades gastadas en fichajes y estadios, deudas astronómicas que no se pagan y pagos multimilllonarios, a los que acaban haciendo frente los contribuyentes en vez de los aficionados o los socios. Viendo que la consecuencia de gastar muy por encima de sus posibilidades no es la quiebra ni la liquidación del club, sino la inyección de dinero público, los dirigentes lógicamente han incurrido una y otra vez en los mismos sobregastos con la tranquilidad de saber que en el peor de los casos serán rescatados como los bancos. En un sistema así, el que administra prudentemente no es virtuoso sino idiota. Los dirigentes del fútbol español han demostrado con creces que no son idiotas.
Naturalmente todo esto ha contado con la complicidad necesaria de los políticos y las administraciones públicas, que han aportado terrenos, patrocino, financiación… y es de temer que algo más.
Ayer mismo el actual presidente de Osasuna, Miguel Archanco, reconocía abiertamente en Radio Nacional en Navarra que Osasuna se ha venido financiando para vivir por encima de sus posibilidades con el IVA y el IRPF. No puntualmente, sino estructuralmente, como una forma de vida. Con el IVA y el IRPF que no pagaba, se entiende.
La declaración es tan comprometedora que merece reproducir en su integridad las palabras del presidente:
«Osasuna ha vivido, y la afición no lo ha reprochado, momentos muy brillantes en la década anterior, pero alejada o fuera de sus posibilidades estructurales, y eso ha generado unos problema económicos que de no reconducirse serían una catástrofe. A nosotros nos ha tocado reconducir, pero el anterior presidente tuvo la suerte de poder contar con un equipo y una estructura que nos llevó a UEFA, que nos llevo a Champions, pero esa estructura no es propia para Osasuna. La estructura de Osasuna es a otro nivel. Para que me entendáis: el club no se puede financiar a través del IVA y del IRPF. El IVA y el IRPF no son ingresos. El IVA y el IRPF son unos impuestos que no corresponden al club, corresponden a la Hacienda Foral. Si te financias con el IVA y el IRPF pues no estás bien y hay una forma de posibilitar aquella estructura que es con esa financiación. Eso es una irrealidad, eso no puede ser así, por eso ahora se dan situaciones como problemas incluso para cumplir algunos meses el pago de las nóminas, porque esa estructura esta desfasada o no es propia del Club Atlético Osasuna. La estamos reconduciendo, pero tiene esas situaciones derivadas de una estructura que no correspondía al club o de una forma de autofinanciarse que no es la apropiada».
Parece obvio que para que esta situación se produzca es necesaria la mala gestión de Osasuna, pero igual de necesaria para que se produzca parece la mala gestión y la dejación de la Hacienda Foral.