Navarra.Su escudo y la Laureada.

El pasado día 1 de octubre y en mi condición de miembro de la Comisión de Defensa del Senado asistí, en la plaza de la Armería del Palacio Real de Madrid, a un acto histórico como fue el de la imposición de la Cruz Laureada Colectiva al Regimiento de Caballería ‘Alcántara’. Con él, casi un siglo después, se estaba haciendo justicia y reconociendo una de las gestas militares más grandes que se recuerdan, como fue la heroica actuación de ese Regimiento en Annual, en julio de 1921, en la que se sacrificó casi en su totalidad para proteger la retirada de sus compañeros. Una gesta que, ahora, 91 años después, ha sido reconocida pues, como dijo el coronel Sanz y Calabria, actual jefe del ‘Alcántara’: “España siempre reconoce a sus héroes”.

En la documentación que nos facilitaron para poder seguir el acto se explicaba qué es la Laureada y se decía que con ella se premian los actos de valor muy distinguidos o heroicos, bien a título individual o colectivo, de unidades militares, de ciudades o ayuntamientos, como la ciudad de Valladolid, o de provincias, como la de Navarra.

Cualquiera que leyera esto último y esté acostumbrado a ver el escudo de Navarra sin esa recompensa inmediatamente diría que ese dato no había sido actualizado, pues si bien es cierto que a Navarra se le concedió en su día hoy ya no la tiene. Y la duda que a algunos se les puede plantear es si sigue Navarra ostentando o no la Laureada.

En estos momentos, cuando se van a cumplir los 75 años de ese 8 de noviembre de 1937 en el que, en plena Guerra Civil y en mismo momento en el que concluyó la Campaña del Norte, por Decreto –Nº. 411- del Gobierno del Estado se premió el heroísmo de los navarros con la concesión a nuestro viejo Reyno con la más alta distinción militar, creo que es oportuno tratar de aclarar esta cuestión.

Al hacerlo no me voy a fijar en consideraciones que no vienen al caso y solamente que me voy a detener en dos datos objetivos que sobre la contribución de Navarra a esa contienda aporta el coronel Ramón Salas Larrazábal en su obra ‘Como ganó Navarra la Cruz Laureada de San Fernando’.

El primero de ellos es que de los 35.000 voluntarios con los que contaba el bando nacional en la península en la tercera semana de julio de 1936 la cuarta parte, 8.500, eran navarros y esta proporción, según dice el coronel Salas, se mantuvo durante el primer año de la guerra, con lo que su contribución al Alzamiento fue siete veces superior a la de las restantes regiones que se encontraban en lo que fue la Zona Nacional. Y gracias a esa importante aportación los requetés navarros pudieron dar vida a 12 Tercios de vanguardia, a 5 mixtos, al Tercio de Radio Requeté de Campaña, al de Zapadores y a 5 de segunda línea; y los falangistas navarros a 8 Banderas, 7 de ellas de vanguardia.

El segundo dato es que a lo largo de la guerra mientras que en el resto de la zona nacional un 15% de los combatientes eran voluntarios, en Navarra esa cifra se elevó hasta casi la mitad del total, hasta un 45,17% y ahí puede estar la clave de que la cifra total de muertos navarros en combate fuera tan elevada, de 4.552, 13,2 navarros de cada 1.000, mientras que el promedio nacional fuera de tan solo 5,89.

A la vista de estos dos datos creo que no hay duda de que la concesión de la más alta y preciada condecoración militar española no fue un regalo, pues Navarra cumplió sobrada y ampliamente todas las condiciones que las sucesivas reglamentaciones han impuesto para el otorgamiento de la Cruz Laureada de San Fernando y, por ello, no puede extrañar que en el Decreto de su concesión se dijera que “España entera rinde homenaje y simpatía a las virtudes y alto espíritu de un pueblo, en que no se sabe qué admirar más, si el valor de los que valientemente mueren en los frentes o la generosidad y patriotismo de quienes, alegres, entregan a la Patria lo más querido de los hogares”.

A partir de 1937 y durante más de 40 años Navarra engalanó su escudo con la cruz y los laureles.

 

Con la llegada de la agitada transición a la democracia se generó una fuerte polémica entre los partidarios y detractores de la permanencia de esta condecoración y el Parlamento Foral de Navarra que surgió de las elecciones de 1979, después de una larga y borrascosa sesión celebrada el 26 de octubre de 1981, aprobó una Norma en la que se definió el escudo oficial de Navarra sin hacer referencia alguna a la Cruz Laureada de San Fernando. Definición que después se traspuso íntegramente en la Ley Orgánica 13/1982 de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra –LORAFNA-.

Tras la aprobación de esa Norma se suscitó si Navarra podía unilateralmente renunciar a esa condecoración y si esa renuncia podía entenderse como un menosprecio y una ofensa para la Orden de San Fernando, para su Soberano y para la Institución Militar.

El asunto llegó hasta el Consejo de Estado y ante él, la Comisión Permanente del Parlamento Foral de Navarra presidido por Víctor Manuel Arbeloa, presentó sus alegaciones el día 2 de agosto de 1982. En ellas la Cámara foral explicaba que lo que había hecho era definir el escudo oficial de Navarra sin hacer referencia alguna a la Cruz Laureada de San Fernando al tiempo que dejaba muy claro que “Navarra sigue ostentando dicha condecoración aun cuando no figure en su escudo”. Así lo entendió, también, el alto órgano consultivo que, en un Dictamen de 4 de noviembre de 1982, señaló que el Amejoramiento del Fuero no afectaba “al hecho indudable de que Navarra continua ostentando la Cruz Laureada de San Fernando”.

Por tanto, aunque en estos momentos la Cruz Laureada de San Fernando está como en hibernación, sigue estando ahí y, tal y como indicó el Cronista Rey de Armas, Decano del Cuerpo, Vicente de Cadenas y Vicent, en un informe relativo al Escudo de Navarra fechado el 14 de agosto de 1982, “Es costumbre inveterada en los Reinos hispánicos de disponer o usar dos escudos, uno más sencillo, de empleo habitual, llamado pequeño, y otro grande, en el cual se incluyen determinadas piezas o figuras en el interior y ornamentos en su exterior”, y esto es lo que se hizo al redactar el artículo 7.1º y 2º de la LORAFNA, en el ni se suprimió ni se hizo desaparecer elemento alguno de las Armerías anteriores y, por tanto, como señaló de Cadenas, “puede entenderse que lo que allí se dispone corresponde al Escudo sencillo o pequeño, pudiéndose emplear el usado hasta ahora para otros momentos y circunstancia” pues, “lo que ese artículo hace es describir el escudo oficial o simple de Navarra, sin definir los ornamentos exteriores, condecoraciones, etc., que lo solemnizan formando el escudo grande o solemne”.

Por tanto, aunque en el actual escudo oficial de Navarra no esté la Laureada, nuestro viejo Reyno la sigue ostentando de pleno derecho y puede llegar un día en el que generaciones futuras que no le den la connotación que algunos le atribuyen en la actualidad descubran ese blasón, lo quieran lucir y con pleno derecho lo vuelvan a poner oficialmente orlando con él nuestro escudo. Ni más ni menos que como ya se hacía antes de 1937 que se decoraba el escudo de Navarra con hojas de roble y laurel.

 

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CLAVES EN OPINIÓN

3 respuestas

  1. Pues yo me voy a decantar en contra de la presencia de la Laureada en el escudo. Cierto que muchos navarros tuvieron un valor heróico en combate y demás. Pero ese valor tuvo lugar en el marco de una guerra civil. No veo claro que tenga sentido que unos españoles ostenten una medalla por matar a otros españoles en una guerra entre españoles.

  2. Soy totalmente favorable a que la Cruz Laureada de San Fernando se mantenga en el escudo oficial del Reino de Navarra. Pero, ¿qué ha hecho el Sr. Palacios, tanto a nivel personal, como desde UPN y ahora desde el PP para que esa condecoración vuelva a estar en su sitio?. Avergonzarse de ella.
    ¿Quién dió órdenes a la Polícia Foral de retirar todas aquellas banderas de Navarra que llevasen la Laureada, en la manifestación que hace unos años recorrió las calles de Pamplona con el lema «Fuero y Libertad»? Me consta que no fue ni el PSN, ni IU, ni el PNV, ni los Bildu´s….

    hiPPócritas!

  3. Pues yo creo que apoyar la laureada es simplemente defender el uso violencia organizada y planificada, es decir hacer apologia de la misma. Por mi parte, que este simbolo desparezca definitivamente.

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