Los afectados por las famosas participaciones preferentes emitidas durante años por las entidades financieras no son los únicos perjudicados por este tipo de activos. Miles de pequeños ahorradores tienen atrapado su dinero en las aportaciones financieras subordinadas que llevan emitiendo desde hace varios años empresas como Fagor y Eroski.
La génesis de las “aportaciones” de Eroski y Fagor presenta una gran semejanza con la de cualquier entidad financiera. En ambos casos se trataba de captar capital en un momento de dificultad y en el caso de Eroski con un punto de inflexión destacado como es la adquisición de Caprabo.
Las “preferentes” abertzales
Las “participaciones” emitidas por estad dos empresas tradicionalmente ligadas al nacionalismo vasco (participaciones “abertzales”, las llama libremercado.com) y generalmente comercializadas por la Caja Laboral (propiedad de Mondragón Corporación Cooperativa, propietaria a su vez del propio Eroski), resultan equiparables a las famosas “participaciones preferentes” bancarias en tanto en cuanto son deuda perpetua y, en caso de quiebra, sitúan a sus poseedores a la cola de los acreedores. Como aspecto positivo, el pago del cupón no está supeditado a la obtención de beneficios a diferencia de las participaciones preferentes.
¿Mejor o peor que las preferentes?
El único aspecto en el que las aportaciones son mejores que las participaciones es precisamente el pago del cupón. En todo el resto de supuestos resultan iguales o peores. Por un lado por su carácter perpetuo, por otra por su situación a la cola de los acreedores en caso de disolución de la sociedad, también por su iliquidez o por las pérdidas de quienes tratan de recuperar sus ahorros al desprenderse de ellas. En los mercados secundarios, las participaciones de Eroski se están vendiendo con descuentos en torno al 50% mientras que los vendedores de participaciones de Fagor sólo obtienen en torno al 40% de lo invertido. Entre los aspectos negativos, es poco probable que Fagor vaya a recibir un rescate europeo para evitar una hipotética quiebra, con lo que sus inversores en aportaciones irían a la cola de la cola de los acreedores y no parece que nadie vaya a ofrecer a los propietarios de aportaciones ningún canje, como los que se están proponiendo a los propietarios de preferentes.
Silencio mediático
Al igual que las preferentes, las aportaciones de Eroski y Fagor han dejado “pillados” a multitud de ahorradores con un perfil similar al de los afectados por las preferentes. Los afectados, que ya empiezan a organizarse e intentan formar plataformas, al igual que en el caso de las preferentes denuncian haber ignorado que se trataba de un producto de alto riesgo perpetuo o que podían perder la más de la mitad de su inversión al tratar de recuperar su dinero. Por la misma razón por la que las preferentes tardaron mucho tiempo en aparecer en determinados medios en cuyas páginas la publicidad de una determinada caja ocupaba un lugar protagonista, es probable que la composición accionarial de otros medios les impida ofrecer noticias sobre las participaciones de Fagor o Eroski en primicia. Pero hay cosas que existen aunque no se hable de ellas.
9 respuestas
Saldrán tal vez los diputados.de.Bildu y Geroabai en tromba a manifestarse.por.las preferentes capitalistas.que ahogan al trabajador, al jubilado …
No. Lo que dirán es que es una trampa.del.estado opresor y propaganda de.los.medios.fascistas…
Pobres los.que hayn invertido en ello, acabarán como los.trabajadores.de.Eroski de.fuera de.PV y Navarra, en la.puñetera.calle…
Saben que mi posicion respecto a las preferentes siempre ha sido que «el que se haya metido en ese marrón que se lo coma».
Pero me resulta curioso, muy curioso, que en las manifestaciones del 15M en Pamplona todas las alusiones a preferentes fueran de Bankia y de la CAN… y nadie aludiera a estas.
Si es que en el fondo debía dejarse de tanto NaBai, Bildu, EH, EA, Sortu, PNV, Aralar, GeroaBai, 15M, Koordinadora, AntiTAV, AratzadiUertoak… Y llamarse todos Quechua. Eso es lo que realmente les une. Quechua. O Chiruca, si quieren empezar con buen pie.
Las preferentes (o productos similares) son un escándalo se hayan vendido a quien se hayan vendido. Son la prueba de que en el mundo de las finanzas sólo importa lo que importa: la pasta. Y eso es igual para todos: abertzales, fachas, moderados… El que tiene el poder sale ganando y los demás a tragar. Ahora bien, salvo estafa evidente, cuando una persona firma documentos que no entiende se arriesga a este tipo de historias. Una vez oí a un señor explicar que cuando compras un producto bancario tienes que ser capaz de explicárselo claramente a tu abuela, que tu abuela lo entienda y sea capaz de explicárselo correctamente a tu hijo pequeño. Si tu hijo pequeño, después de todo este proceso lo ha entendido, pues entonces firma. Si no lo entiende, no firmes. En fín que la estafa es la estafa, en euskera o en castellano.
Desde luego, Paqui, que en el mundo de las finanzas lo que importa es la pasta, ¡faltaría más!. Por otro lado si «cuando compras un producto bancario tienes que ser capaz de explicárselo claramente a tu abuela, que tu abuela lo entienda y sea capaz de explicárselo correctamente a tu hijo pequeño. Si tu hijo pequeño, después de todo este proceso lo ha entendido, pues entonces»… se habrá agotado la emisión de ese producto financiero y te quedas sin chollo.
¿Qué tal si en las escuelas de este país, en vez de la sectaria Educación para la ciudadanía, se empiezan a enseñar las más elementales nociones de economía?.
Clarete, estoy de acuerdo en que en las escuelas deberían enseñar las más elementales nociones de economía, así como las más elementales nociones de educación también (a juzgar por lo que vemos cada día en la calle y en las universidades, la educación para la ciudadanía no está sirviendo de mucho). Sin embargo no se preocupe, los productos bancarios no se agotan en el tiempo que dura explicarlos a la abuela, al niño, y al vecino si hace falta. Entre otras cosas porque no tenemos ni un duro para invertir, y además porque la desconfianza es tan grande que preferimos gastarnos el poco que tenemos en otras cosas.
Por cierto, eso de que faltaría más aludiendo a que en el mundo de las finanzas solo importa la pasta, pues lo veo bastante discutible. Sobre todo porque eso es lo que nos está trayendo los problemas que tenemos: la banca estaba tan ávida de pasta que prestaron a quienes no debían, se aliaron con quienes tampoco debían y nos hipotecaron hasta el fin de nuestros días a todos (los que vivieron por encima de sus posibilidades y los que no lo hicieron, porque ahora estamos todos en el mismo saco); si en lugar de mirar tanto por la pasta hubieran ampliado el horizonte (no invirtiendo sólo en el dinero inmediato de los créditos basura y ampliando sus actividades), pues a corto plazo hubieran ganado menos, pero no nos hubieran metido a todos en el berenjenal en el que estamos ahora.
A ver, Paqui, cuando Vd. invierte (o invertía) sus ahorros en un producto bancario, ¿qué es lo que mira, ¿sacar el mayor rendimiento posible, o bien, donde y en qué va a invertir el banco, a su vez, ese dinero?.
Cuando el Gobierno consentía (y fomentaba)que los bancos dieran créditos hipotecarios para vivienda a todo «quisque», por el 120% del valor del inmueble, con un interés ridículo (con la venia del Banco de España, o sea, de los políticos), sabiendo que la Ley hipotecaria establecía que no se podían conceder créditos por encima del 80% del valor del inmueble, ¿se manifestaba Vd. contra esas malas prácticas bancarias, y contra la permisividad del Gobierno y del Banco de España?.
Todos, queriéndolo o no, hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, entre otras cosas, porque hemos dejado (y muchos muy alegremente) que los políticos, con nuestros impuestos y con lo que pedían prestado en nuestro nombre y a nuestra costa, nos llevaran de la mano, como lelos, por los idílicos senderos del estado del bienestar. ¿No hemos consentido que nos dieran «todo gratis»?, ¿cuantas manifas se han organizado contra los despilfarros en nombre del «sagrado estado del bienestar»? ¿quien se percataba de que, ese dichoso «estado», a los primeros que daba bienestar y poder era a los políticos?. Son muchos años cambiando libertad y responsabilidad personal por comodidad, es mucho tiempo despreciando el ahorro y el sacrificio. Así nos va, Paqui, así nos va.
Con mis respetos, un cordial saludo.
Clarete, hay por ahí mucha gente que no salíamos a la calle antes y que tampoco salimos ahora. En mi caso porque siempre he considerado que no sirve para nada, salvo para que sindicatos o partidos políticos a los que no pertenezco quieran adueñarse de las cifras de la manifestación. En cuanto a lo de vivir por encima de nuestras posibilidades, en mi caso imposible, porque jamás se me ha ofrecido ninguna, salvo el sueldo que me he ganado con mi trabajo. Gratis no me han dado nada, porque lo considero justamente pagado con mis impuestos. El poco dinero que pude invertir me fue bien gracias al procedimiento que le expliqué anteriormente. Actualmente, aunque todavía podría invertir un poquillo de dinero, como le he dicho no me fío ya de nadie, asi que he decidido hacer un poco de gasto a ver si fomento la economía, pero sólo con ese poquillo no sirve. El resto lo guardo porque vendrán tiempos peores. Gracias a no haber vivido por encima de mis posibilidades, y ha haber administrado mi dinero con cabeza, ahora no estoy atrapada ni en hipotecas ni en preferentes. El problema es que, a pesar de ello, sí tengo que pagar más impuestos, sí me han recortado el sueldo, y considero que todo ello es para pagar asuntos en los que yo no he dado mi permiso para que nadie me meta. El problema es que nadie me ha dado posibilidades reales de influir en las decisiones que han tomado otros basándose en un poder que el pueblo les ha otorgado en las elecciones, evidentemente no para que hicieran esto.
Pero si, básicamente estamos de acuerdo, Paqui,(lea más detenidamente mi anterior comentario), lo que pasa es que, posiblemente, no lo estoy explicando bien y por eso no me entiende: Cuando digo que todos hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, también digo que a algunos, querámoslo o no, nos han forzado a ello porque con nuestros cuantiosos y variopintos impuestos, los políticos han hecho cosas totalmente innecesarias, han subvencionado y derrochado lo que no está en los escritos, etc, etc, o sea, sin quererlo, nosotros también hemos estado en esa rueda perversa. ¿Qué habría que hacer?: quitar poder a los políticos, rebajar los impuestos, dejar que nosotros mismos nos paguemos directamente muchas más de las necesidades que, hasta ahora, se encarga de pagar el gobierno con nuestro dinero, o sea, menos estado, menos impuestos y más responsabilidad personal. ¿Cómo se logra esto?: eso es lo más complicado tal y como está montado el estado partitocratico, ningún partido político menciona, ni por asomo,nada de esto, pero no que da más remedio que otorgar más protagonismo a la sociedad civil.