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El discurso oficial de los sindicatos contra la reforma laboral, que no hace sino equiparar moderadamente la legislación española a la de los países de nuestro entorno, es que introducirá poco menos que el esclavismo en las relaciones laborales. No obstante, la oposición de los sindicatos podría tener sus propios motivos interesados de tipo económico. Así, un aspecto sobre el que los sindicatos pasan de puntillas es que la reforma laboral prevé la introducción del cheque-formación. Este cheque serviría a los trabajadores para matricularse con entera libertad en un centro cualquiera de formación a su elección. Los sindicatos perderían de este modo un negocio de intermediación en régimen de monopolio que mueve más de 1.000 millones de euros al año, que sienta las bases de un sistema difícilmente fiscalizable y que constituye la principal fuente de financiación de los sindicatos. La reforma laboral puede ser discutible en muchos aspectos menos en uno: el cheque-formación (la libertad del trabajador) no favorece el negocio de los sindicatos.
2 respuestas
Si les parece mal la legislación española con mucho gusto propongo que nos apliquen entonces la alemana. 15 días y no 20. Estos sindicatos de traca y matraca, del trinque y del dislate, espero que el 30 de marzo se encuentren con 0% de subvención. Como los partidos políticos, todos. Y el que más chifle, capador.
Está claro que Méndez y Toxo defienden con uñas y dientes «su» puesto de trabajo, «su» auto, «su» móvil, «su» … Hay que comprenderles, es «su» silla.