La guerra de Iraq es la gran olvidada en los últimos tiempos. Durante un par de años, los telediarios abrían periódicamente sus ediciones con la noticia de brutales atentados contra la población civil iraquí en los que se producían decenas o centenares de muertos. Hace tiempo que esas noticias han desaparecido de los telediarios y, básicamente, no es porque ya no interesen sino porque ahora se producen muchos menos atentados. De hecho es interesante comprobar lo que ha sucedido en Iraq a través de una web (icasualties.org) que recoge minuciosamente las cifras de muertos.
Los soldados estadounidenses y aliados muertos en Iraq
Iraq no es otro Vietnam para los Estados Unidos. En lo que llevamos de año, la ocupación de Iraq sólo se ha cobrado la vida de 17 soldados de los EEUU. Tan sólo 60 murieron en Iraq durante todo el año pasado. Las cifras se encuentran a años luz de los 961 soldados aliados (904 estadounidenses) que murieron en el año 2007. De los 17 muertos este año, ni siquiera todos ellos fallecieron en actos violentos. A la vista está que el ejercito USA ha ganado la batalla sobre el terreno:
Civiles iraquíes muertos
Afortunadamente, el descenso de muertes entre las tropas aliadas se ha visto acompañado por un descenso similarmente apreciable en el de civiles iraquíes. ¿Cuántos iraquíes han muerto en total víctimas del conflicto? La cifra podría superar los 60.000 fallecidos. Algunas fuentes han cifrado la cantidad de muertos en 650.000 si bien la cantidad parece claramente inflada por motivos propagandísticos. La prueba es que si dividimos esta cifra (que data del 2006) por los días de conflicto, obtenemos una media diaria de fallecidos imposible de encontrar en la crónica de ningún periódico, incluso los días con atentados masivos. Ante esta contabilidad sorprende que los sublevados hablen ya de 10.000 muertos en la muy legal guerra de Libia con sus bombardeos humanitarios.
¿Quién dispara?
Tanto en Iraq como en Libia, a nadie se le escapa que quien ha matado al 99% de las víctimas iraquíes o libias ha sido otro iraquí u otro libio, no un soldado aliado. En ambos casos se ha producido una auténtica guerra civil respecto a la que las fuerzas internacionales, en buena medida, han sido meras espectadoras. La intervención “humanitaria” en Libia, de momento, parece haber abocado a un empate infinito a las fuerzas en conflicto. Un empate, por otro lado, garantiza la prolongación en el tiempo de la guerra y el lógico aumento del número de muertos. Una acción más decidida contra Gadafi dividiría al Consejo de Seguridad de la ONU y enfrentaría aún más a sus contradicciones a los pacifistas de racimo, aunque podría reducir notablemente el balance final de muertos.
3 respuestas
Pero por Dios, no publique NC estas cosas, no sea que le fastidie la campaña triunfal de la niña de ZParo (y engendro del Club Bildelberg) . Si el malvado Rubalcaba piensa que al final arrimará el ascua a su sardina lo único que conseguirá es quemarse, lo que tampoco está mal, porque la sed de poder de los Iluminados Zapaterinos es INFINITA.
Pero por Dios, no publique NC estas cosas, no sea que le fastidie la campaña triunfal de Chacón, la niña de ZParo (y engendro del Club Bildelberg) . Si el malvado Rubalcaba piensa que al final arrimará el ascua a su sardina lo único que conseguirá es quemarse, lo que tampoco está mal, porque la sed de poder de los Iluminados Zapaterinos es INFINITA.
Sobre la intervención en Libia.
Que el aparato estatal de España no es serio es algo que los sufridos habitantes de la piel de toro ya sabíamos. Pero parece que ahora nuestra casta política (el Gobierno y la oposición que apoya la acción «humanitaria») quieren proclamarlo a los 4 vientos.
Partiendo del hecho que la política internacional es el mundo de los intereses descarnados, la «realpolitik», parece lógico que un Estado apoye a Gobiernos que le favorecen. Ya lo dijo descarnadamente Lord Parlmerston a principios del siglo XIX «Inglaterra no tiene enemigos ni amigos permanentes, sólo tiene intereses».
Esto viene a raíz de que Gadafi ha beneficiado los intereses de España, no solo beneficiando a empresas españolas de la energía, sino dando petroleo en buenas condiciones. Pero en vez de abstenernos en la intervención como Alemania o hacer un juego subterráneo, nuestro gobierno y su leal oposición han decidido apoyar una intervención liderada por Francia que de ser la gran postergada en las concesiones petrolíferas espera sacar un buen rédito a su colaboración con los rebeldes libios, eso sí a costa de los intereses de empresas españolas.
Además de resucitar la vieja política de ser el felpudo de Francia el mensaje que lanza España como Estado es que no te compensa tener unas buenas relaciones con ella pues a la menor dificultad te van a dejar tirado.
Eso sí a presumir de «humanitario» bombardeando. A este paso haremos «humanitario» a Stalin y sus crímenes en masa.