Discutir entre dos modelos sólo tiene sentido cuando se pueden pagar los dos. Si uno no se puede seguir pagando, la discusión no tiene sentido. El siguiente cuadro muestra porqué no vamos a poder seguir sosteniendo en su formato actual el modelo de estado del bienestar con el que nos hemos dotado.
El planteamiento del problema es tan sencillo como que ya a fecha de hoy tenemos a más personas cobrando del sector público que pagándolo. Se trata además de una situación que, sólo por razones demográficas, previsiblemente se va a seguir agravando. Por lo demás, salta a la vista que no se puede sostener mucho tiempo un modelo en el que hay mucha más gente cobrando que pagando. ¿Alternativas dentro del modelo? Sólo que los que cobran cobren mucho menos que los que pagan.
Por si fuera poco, en España sigue creciendo el número de funcionarios y el de parados. Paralelamente, en los últimos años decrece el número de ocupados en el sector privado. Es decir, aumenta el número de personas que cobra del sector público a la par que disminuye el número de personas que está pagándolo.
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2008 |
2010 |
Asalariados públicos |
2.873,20 |
3.175,90 |
Ocupados |
20.402,30 |
18.546,80 |
Parados |
2.174,20 |
4.574,70 |
Ocupados sector privado |
17.529,10 |
15.370,90 |
Debates pendientes
No vamos a tener recursos para pagar a los pensionistas, a los parados y a los funcionarios, pero además queremos sanidad, educación y seguridad en las calles. Aunque son cosas que todos queremos, resulta imposible pagarlo todo según los esquemas del viejo modelo. Habrá que encontrar la manera de conseguir lo mismo por otro camino. Cualquiera que se ponga enfermo debe ser atendido, pero quizá no necesariamente en un establecimiento público. Puede que sea más práctico que el estado se limite a pagar la factura del médico en vez de tenerlo en plantilla. Todos los niños tienen derecho a una educación básica de calidad, pero puede que baste con que el estado pague la factura del colegio. Puede que nuestra pensión no tenga que basarse en un sistema piramidal, sino en uno de capitalización que recoja todo lo que hemos estado ahorrando y cotizando. Puede que no deba haber tantos políticos decidiendo tantas cosas por nosotros y manejando tanto dinero.
Vivir mejor con menos estado
En definitiva, puede que tengamos dejar una parte menor de nuestra vida en manos del estado y responsabilizarnos de nuestros propios asuntos. El 90% de los ciudadanos probablemente podrían hacerlo sin ayuda del estado. ¿Y el otro 10%? Un estado donde sólo el 10% de la población cobrara del estado, seguramente sí sería sostenible. Llegaríamos al mismo sitio donde estábamos por otro camino. ¿Acaso somos peores personas que quienes apuestan por el modelo actual al atrevernos a plantearlo?
Fuente ocupados, asalariados y parados: INE
11 respuestas
Nadie se va a atrever a proponerlo, pero lo que habría que hacer es que el estado se dedique SOLO a lo que la sociedad no cubra, empezando (y casi terminando) por los más desfavorecidos: pobres, ancianos, enfermos, etc, y organizando los servicios públicos: infraestructuras como carreteras, aeropuertos, hospitales,etc, pero de GESTION EFICIENTE, haciéndolo bien, con voluntad de servicio.
¿que hacen todos los ayuntamientos subvencionando clases de baile de pachanga, chachachá y no se qué más?
Es un caos.
¿Quien recogía antes las basuras, arreglaba los jardines, etc? Empleados municipales.
Ahora lo hacen los de las empresas de manera más eficiente.
Pues lo mismo con los hospitales, etc.
No hay valor para proponerlo.
Muy de acuerdo con su planteamiento. Cambien urgentemente el título, ya que la economía no es insostenible: la economía es la economía. Otra cosa es el modelo social demócrata, o el estado del bienestar, o como lo quieran decir…
Bueno, y un «pequeño» matiz: el sector público produce una riqueza que es necesaria para el sector privado, y todo junto es la economía nacional. Hacen falta personas que «cobran» para prestarnos servicios que no «producen renta», pero son imprescindibles, como los que prestan los Ayuntamientos, el estado (promulgando y haciendo cumplir las leyes, con los tribunales, con la polcía, con los servicois públicos de rescate y asistencia medica, etc…).
Estos servicios «valen» aunque no sepamos calcular cuánto. Pero estoy de acuerdo en que se prestan más servicios de los imprescindibles…
LO malo es que los liberales notenemos muchas esperanzas. del Partido de ZP (me niego a llamarlo obrero, socialista o español), el PZP no espero nada, y del PP, que está agustito con este estado de cosas, y de hecho no cambió nada sustancial cuando estuvo en el poder, pues tampodo.
Dos matices:
a) en una economía saneada -aunque sea dentro de una década- el porcentaje de desempleados se reduciría notablemente en relación con la población activa. Consumirían, cotizarían, etc.
b) en la actual economía, no parece riguroso contraponer sin más a los asalariados u ocupados del sector público y del sector privado: quienes trabajan en el sector público, en gran medida necesarios, también consumen y cotizan, de modo que un sensible porcentaje del gasto del estado en este rubro revierte sobre las arcas públicas.
Hemos creado un sistema «diabólico» en el que las administraciones públicas fagocitan el trabajo y el dinero que producen los ciudadanos con su trabajo (ergo sus familias, ergo sus empresas). Para muestra un botón: el Ayuntamiento X, sito en la merindad de Olite, acomete un proyecto de restauración de su patrimonio acogiéndose a una subvencion. Pero resulta que la subvención la otorga un «ente» que se dedica a «dinamizar» iniciativas culturales y patrimoniales en la Zona Media. Dicho «ente», a su vez, recibe el dinero para este tipo de proyectos de «Uropa», una parte a través del Gobierno de Navarra y otra directamente. Una vez adjudicada y realizada la obra los técnicos del «ente» y los del Gobierno de Navarra revisan la obra y sueltan la pasta que cubre entre el 60 y el 70 por ciento del coste total. En total para redactar pliegos, adjudicar la obra, solicitar subvención, concederla, certificar su final, revisarla y pagarla intervienen las siguientes personas, a saber: los técnicos del Ayuntamiento, los políticos del Ayuntamiento, los técnicos redactores del proyecto, los técnicos del «ente» de la Zona Media, los políticos que integran la junta de dicho «ente» y los diversos técnicos del Gobierno de Navarra que revisan la obra y ordenan el pago. Todo eso para una obra que apenas pasa de 300.000 euros.
Y otro tanto ocurre con Mancomunidades de Servicios Sociales, Mancomunidades de Servicios Deportivos, Mancomunidades de Euskera, Consorcios Turísticos de Zona y un interminable etcétera de «entes» que, en la era de internet y la Alta Velocidad son perfectamente prescindibles y que sólo sirven para el «figureo» de nuestros politiquillos locales.
La verdad es que nos hemos vuelto todos locos.
Y otra: esta mañana he oído en la radio que el Alcalde de Nueva York prepara el despido de DIEZ MIL de sus empleados públicos. ¿Dónde está el Bloomberg español? desde luego que en el PPSOE no.
Como dice Arana Goiri, con quien no tengo m´s remedio que coincidir. Estamos en los limites de la acción humana, que por recta y bienintencionada que se quiera, se retuerce, modifica, deriva, fluctúa y desaparece cuando media el factor humano.
Ya pueden Uds. repartir dinero en áfrica para evitar hambrunas o enfermeddes, o guerras. En Haití, que lo recibe todo del exterior, se revuelven contra las fuerzas de ONU a quienes acusan de haber traído el ólera. Los camiones con aliimentos son asaltados por los jefes locales, (bandidos), las donaciones se convierten en moneda de cambio entre los (supuestos o reales) menesterosos, y las fuerzas OTAN en afganistan se encuentran ante una segura derrota porque, al final, la gente de esas inhóspitas regiones está con los taliban (no conocen otra cosa que el orden que imponen y no pueden compararlo con nada). En Somalia pasó otro tanto con las tropas de misión humanitaria, y así suma y sigue… aquí y allá, el hombre es un factor incontrolable, y el resultado es el derroche de recursos, el caos, y la indefensión de los de siempre. Las minorías oprimidas (especialmente en los países acomodados) no cambian ni se integran facilmente: cogen las ayudas que se le dan, o las roban simulando para hacerse con ellas, y luego trafican con ellas de la forma más vil, y se dedican a vivir del cuento: es lo que han hecho siempre, y el hecho de recibir ayuda solo hace que convencerlas de que somos bobos y fáciles de engañar. NO voy a citar ejemplos para que no me llamen racista ni todo eso. Pero los hay aquí, en los estates, y en cualquier país del entorno.
Lo siento, es triste pero es así.Olvídense de grandes planes, de ingentes recursos… se perderán como lagrimas en la lluvia, o generarán una población apesebrada, pasiva y malcriada como niños. El choque que para una persona supone de adquirir una renta y una seguridsd de por vida, es brutal. Los accidentados españoles muchas veces se victimizan, y caen en la depresión y la neurosis de renta (lo que en 1908 ya el Tribunal Supremo francés llamó «sinistrosis»). Me ha tocado verlo unas cuantas veces. No digo que sean simuladores: es una auténtica enfermedd mental. Imagínense cuando se brinda ayuda a una población que ha creído vivir el armagedón…
La dinámica humana es incontrolable, cuando «hacemos llover» los recursos. O construímos de abajo hacia arriba, con tesón, poco a poco, sufriendo el mal de cada día ante nuestros ojos, dando esperanzas sin jugar a ser «papá noel» y educando en la formación, el trabajo, la esperanza, el cumplimiento de la ley, o fracasaremos una y otra vez.
Estimado Sr. Arana: El Michael Bloomberg español lo tiene en Pamplona, pero es un hombre sacrificado, honesto, generoso, austero, devoto a su tierra y entregado en cuerpo y alma a beneficiar a todos los navarros. Fíjese usted si todos estos calificativos son insuficientes cuando, pudiendo ser millonario, es tan modesto que cuando va a Madrid lo hace en Renfe o en autobús y cobra 1.000 euros al mes por dirigir una Caja de Ahorros que es la primera de España, la segunda de Europa y la tercera del mundo. ¿Le conoce?
Yo si tuviera alguna influencia en nuestra Comunidad Foral y en la jerarquía eclesiástica le propondría para beato (el primer paso hacia la santidad). Para ello deberíamos unirnos todos los navarros a los cuales nos haya hecho un Milagro (no me refiero al pueblo) y trasladarlo al Vaticano para iniciar el proceso, que Benedicto XVI es muy lento para estas cosas.
Qué aburrimiento. Nadie saca la espada por una política en la que el sector público hace una política redistributiva. Se ve que o todos somos de la misma cuerda, o la imperante ideología socialdemócrata no tiene defensores, o bien que como no tenemos ni repajolera de lo que decir.
Y como tengo ganas de pelea propongo que desaparezcan los 9 millones de pensionistas mediante la creación de un sistema de pensiones tipo chileno (capitalización, 10% de cotización mínima sobre el salario real, gestión por entidades privadas sin participación del sector financiero, obligación de alcanzar una rentabilidad mínima y supervisión pública)
Como quiera que no soy un dechado de perfección escribiendo y releyendo el anterior comentario veo que se puede entender como dejar a la intemperie a los actuales pensionistas escribo estas líneas.
Mi propuesta es con vistas al futuro. Los actuales pensionistas tienen derechos adquiridos (aunque habria que matizar mucho esa afirmación).
Supongo que un ambiente donde se idolatra al Estado la propuesta chirriará en muchos oídos pero me parece bueno debatir sobre el destino de nuestros dineros.
Itúrbide. Coincido con Ud. Ya escribí alguna cosita en este medio sobre los sistemas de capitalización. Requeriría una transición larga, (nada que no se pueda hacer, por supuesto). Naturalmente, interesaría a las personas relativamente jóvenes, y el resto, como dice Ud. tiene derechos adquiridos. También los tiene ahora, claro, y se los van a cambiar, y se los cambian. Maana se jubila Ud con 67 y luego con 68. Este año no actualiza ud lapensión a la inflación, el próximo año, su pensión baja… es cuestión de tiempo.
NO puede ser que los políticos dispongan de semejante poder. Eso sí que es poder: disponer de la pensión que la gente va a tener en su vejez…
Sería muy interesante, y con efectos buenos tanto para las personas (que acumularían sus ingresos y los conocerían con precisión)como para el país (pues el capital se ahorraría, y permitiría crear un enorme capital español, qe daría estabilidad a nuestro sistema financiuero), y además para la política, pues «sacaría las manos» de los políticos y de los sindicatos del pasteleo (eso que llaman «pacto de toledo») con el ahorro de la gente.