La verdad sobre Egin.
Más allá de la maraña jurídica, frente al intento de presentar el cierre de Egin como un atentado contra la libertad de expresión, interesa quitar la careta al diario etarra y denunciar sus actividades a la luz de los diversos autos y hechos probados de las distintas sentencias producidas. Entre ellas las siguientes:
-El director de Egin disponía de un módem y un “catálogo de claves” para comunicarse con la banda.
-La redacción de Egin seguía las radiofrecuencias de la policía para estar al tanto de sus actividades y darles inmediata publicidad, tanto a través del diario como de la emisora Egin Irratia. De esta forma alertaba a ETA de operaciones policiales en marcha, situación de controles de carretera, etc.
-La rotativa de Egin, además, sirvió para imprimir carteles de Jarrai en los que se amenazaba a los profesionales de otros medios de comunicación incómodos para la ETA.
-Un comando de ETA, del que formaba parte uno de los redactores de Egin, utilizó la sede del diario para guardar información sobre objetivos potenciales de ETA.
-El “periodismo de investigación” de Egin consistía en actual como comando de información de la banda para seguir objetivos y estudiar sus costumbres, protección, horarios y movimientos.
-El 16.1.93, Egin publica un artículo muy agresivo contra el empresario vasco José Antonio Santamaría Vaqueriza, tres días después murió asesinado en un atentado de ETA.
-Durante 1992 y 1993, Egin realiza una intensa campaña señalando al sargento mayor de la Ertzaintza Joseba Goicoechea. En noviembre de 1993 es asesinado.
-ETA nombraba a los directores y subdirectores de ETA. La sentencia del Supremo cita como probados los nombramientos concretos de Xabier Salutregi y Teresa Toda, como director y subdirectora respectivamente.
Todos estos hechos pueden encontrarse a lo largo y ancho de las sentencias. Si acabar con toda esta actividad es o no un atentado contra la democracia y la libertad de expresión, o más bien todo lo contrario, juzguen ustedes mismos.