En el primer mapa que vamos a mostrarles, aparecen a gran escala las centrales nucleares que existen en nuestras inmediaciones. Salta a la vista la gran cantidad de ellas que tenemos cerca. En España hay 8 en funcionamiento, pero sólo en Francia existen 59.
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A continuación hemos buscado una página para calcular a través de Google maps cuál es la distancia de Pamplona respecto a estas centrales nucleares. El resultado es que ambas se encuentran a similar distancia, una a 240 y otra a 270 kilómetros.
Por contraste, este otro mapa muestra el epicentro y las zonas más afectadas por el accidente nuclear de Chernobil. Una rayita roja, en España, señala a escala Europea la distancia entre Pamplona y Garona.
A la luz de estos mapas, salta a la vista que España prácticamente ha salido del circuito mundial de producción de energía nuclear, prescindiendo de todas sus ventajas, pero cabe preguntarse si hemos salido del circuito de riesgo de padecer las consecuencias de un accidente. Imagínense un accidente similar al de Chernobil pero con epicentro en Garona o en algunas de las centrales de Blayais o Golfech. Sólo la pequeña rayita roja nos separa. Esto nos lleva al siguiente punto, que es tratar de determinar cuántas personas murieron en Chernobil y a qué distancia de Chernobil. Como vamos a ver las cifras son extremadamente dispares.
El Informe del Fórum de Chernóbil del año 2005, en el que participaron la Organización Mundial de la Salud, la OIEA y los gobiernos de Bielorrusia, Rusia y Ucrania, cifra en 9.000 el número de personas que han muerto o morirán a causa del accidente de Chernobil. De ellas, 2.350 pertenecen al contingente de 200.000 operarios (conocidos como “liquidadores”) que la URSS envió a la central semi-destruida tras el accidente. 135.000 personas fueron evacuadas de un radio de 30 kilómetros de la central, de las que sólo 165 han muerto a consecuencia del accidente. La mayor cifra de muertos, más de 5.000, de hecho se ha producido –o se estima que se producirá- entre los casi 7 millones de personas afectadas de zonas más alejadas. Llama la atención que en realidad, en cifras absolutas, se producen más muertes por la extensión del accidente que por su intensidad. Por otra parte, pese a la terrible cantidad de víctimas que suponen 9000 muertes, la cifra no fue del agrado de las organizaciones antinucleares, que esperaban cientos de miles de muertos. Naturalmente elaboraron sus propios estudios más acordes con sus expectativas.
La URSS y Chernobil.
Resulta difícil en cualquier caso sacar de su contexto el caso de Chernobil y extrapolarlo a otras centrales nucleares. En parte porque el accidente se produjo en pleno proceso de colapso de la URSS, y en parte porque aún así el accidente sólo se produjo tras violarse todos los protocolos de actuación previstos para ese tipo de situaciones. Llamativamente, en las centrales nucleares de los países desarrollados no ha habido nunca accidentes con víctimas mortales a causa de la radiación. La calidad, parece, puede ser una defensa mejor que la distancia. En caso de producirse un accidente, sin embargo, valoren ustedes lo cerca o lejos que estamos y si por mantener esa distancia merece la pena renunciar unilateralmente a este tipo de energía y comprarla en Le Blayais o Golfech.