El Parlamento de Navarra en contra del polígono.
El 13 de marzo de 2008, por unanimidad, el Parlamento foral votó a favor del desmantelamiento del polígono de tiro de las Bardenas. Ni un solo partido del espectro parlamentario se opuso a esta medida.
La Asamblea Antipolígono.
EL intento de cerrar el campo de tiro, nacido en 1951 durante la llamada “guerra fría”, viene de antiguo. En 1987 nació la Asamblea Antipolígono, integrada entonces, entre otros, por AIT-Batzarre, Izquierda Unida, Partido Carlista, Partido Comunista de España, Eusko Alkartasuna, Batasuna, Jarrai o el Movimiento Comunista de Euskadi. Como es evidente, al menos no todas estas organizaciones se oponían al polígono por razones pacifistas.
Todo el mundo contra el polígono… menos sus propietarios.
La última vez que se renovó el contrato entre la Junta de Bardenas y el Ministerio de Defensa fue en el año 2001. A pesar de la aparente impopularidad del polígono, 16 de los 22 municipios congozantes (el 72%), en votación secreta, se declararon a favor del polígono de tiro. Sólo 5 votaron en contra. Otro voto fue nulo. La decisión de los vecinos de los municipios colindantes, y propietarios de los terrenos, ha sido sin embargo sistemáticamente ignorada por los detractores del polígono, que no tienen en cuenta su opinión a la hora de exigir su desmantelamiento.
¿Ha muerto algún civil bombardeado?
La respuesta es sencilla: no. Ninguna persona de las localidades que rodean el polígono ha muerto nunca en estos 56 años. Sin embargo sí que se han producido algunas muertes, aunque todas ellas de militares y en accidente aéreo. La última de estas muertes tuvo lugar en el año 2000, cuando el choque en pleno vuelo de dos F-18 se saldó con la muerte de un piloto. El anterior accidente mortal se remonta a 1989. Nadie ha muerto jamás porque le cayera una bomba encima, ni siquiera hace 57 años cuando la tecnología disponible y los niveles de seguridad, lógicamente, eran más bajos.
¿Un polígono en un parque o un parque en un polígono?
Una Ley Foral, en 1999, declaró las Bardenas como parque natural, excluyendo el polígono de tiro. Otra Ley Foral del 2000 modificó la anterior para que el polígono quedara incluido. Para los detractores del polígono, se trata de un caso único en el que un parque natural se utiliza como polígono de tiro. Lo cierto es que el caso es más bien el contrario, siendo un terreno continuamente bombardeado durante más de 50 años el que –acaso por primera vez- ha sido declarado parque natural y reserva de la biosfera. Paradójicamente algunos sostienen, mientras defienden su condición de parque natural y reserva de la biosfera, que acaso se trata de un cementerio de residuos radiactivos.
680 millones de pesetas de arrendamiento.
El precio que el Ministerio de Defensa paga a los municipios limítrofes con el polígono explica el interés de estos por renovar el contrato. De hecho, es posible que este alquiler haga del polígono de tiro de las Bardenas Reales uno de los trozos de desierto más rentable de la historia, salvo quizá Las Vegas o aquellos donde ha aparecido petroleo. Hablamos además de pequeñas localidades que, con la excepción de Tudela, rondan los 2.000 habitantes cada una, por lo que el importe del arrendamiento es una importante fuente de ingresos para ellas.
Un polígono imprescindible.
Hace sólo unos días, la ministra de Defensa Carme Chacón declaró que el polígono de las Bardenas es “imprescindible” y que se va a negociar un convenio “de larga duración”. El Ministerio, ante las maniobras tratando de cerrar la zona de tiro, en el año 2001 la declaró zona “de interés general”, lo que constituye un requisito previo ante una eventual expropiación y le proporciona una fuerte baza negociadora de cara a una próxima negociación.
Que los propietarios decidan.
Si bien todos los partidos navarros son partidarios del desmantelamiento del polígono, tanto UPN, como CDN y PSN, dejan la renovación y los términos del contrato en manos de los interesados, el ministerio y la Comunidad de Bardenas. El presidente de este última, José Antonio Gayarre, ha declarado al respecto tener una “idea” del sentido del voto de los congozantes, por lo que considera que “lo lógico es que se renueve” el arrendamiento.